El 63% de los usuarios de google no contemplan el robo de contraseñas

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Las contraseñas son una medida de seguridad para proteger nuestra identidad digital y con ella salvaguardar nuestra privacidad, y por comodidad, suelen ser cortas y tan comunes como el nombre de nuestra mascota. Según una encuesta realizada por Google, más de la mitad de los usuarios del buscador1 no han tenido en cuenta que la pregunta para recuperar la contraseña fuera demasiado previsible.

Actualmente las personas son centros de generación permanente de datos: transacciones bancarias, informes médicos, imágenes personales…Todo está en la red y, en general, a través de acceso con contraseña. Su robo conlleva un elevado coste personal y económico. Todos somos vulnerables a estos ataques, y las noticias nos dan ejemplos constantes. Hace unos días, la agencia de recaudación de impuestos de EEUU (IRS) informaba del ataque informático que había permitido el acceso a los datos fiscales de 334.000 contribuyentes, pero que la cifra podía ser incluso mayor. Los piratas informáticos accedieron a la aplicación respondiendo a las preguntas de identificación personal de los usuarios, cuya respuesta era accesible buscando información de estos usuarios en otras fuentes de internet. Se calcula que en 2014 ataques parecidos supusieron el robo de más de 1.000 millones de historiales de información personal.

Para Patricia Plaza, abogada de DAS España, ‘Manejamos contraseñas para todo y no somos conscientes de su vulnerabilidad y de la posibilidad que puedan ser robadas. Es imprescindible gestionar nuestra información digital con atención y tener en cuenta que en la elección de las contraseñas está en juego el acceso a nuestras cuentas bancarias, tarjetas de crédito o la identificación de nuestro domicilio’.

DAS España recomienda sencillos consejos para proteger nuestra información digital:

Cuando realizas transacciones en la red, lee la letra pequeña y revisa las políticas de protección de la seguridad y protocolos de actuación de los portales. Son documentos en los que se informa de cómo actuar ante posibles vulneraciones de datos.

Revisa las preguntas para recuperar tus contraseñas. Según estudios, la mayoría de personas utilizan preguntas sencillas que se pueden predecir en 1 de cada 10 intentos. Sigue las recomendaciones técnicas comunes en la elección de las contraseñas: más de 8 caracteres, alfanuméricas, cambiarlas de forma regular, etc.

Protege el acceso a tu dispositivo móvil. Tu teléfono contiene toda tu vida digital, bloquéalo cuando no lo uses. Incluso los que funcionan con sensor de huella dactilar pueden ser ‘hackeados’.

Revisa la política de protección de datos de las aplicaciones que utilizas y quien es el responsable del tratamiento de tus datos. En caso de vulneración sabrás a quien reclamar.

Prevenir es la mejor solución. En el testamento incluye cómo quieres que se gestione tu herencia digital y designa a alguien que lo haga por ti. Gran parte de nuestra actividad diaria es digital y deja huella: desde el acceso a la web del banco, el perfil de una red social o el historial médico en la mutua sanitaria. Evita que sean objeto de prácticas ilícitas cuando ya no estés.

Si hemos sido víctimas del robo de contraseñas, el primer paso es denunciarlo al responsable de la gestión de la cuenta, sea un medio social o la entidad bancaria. Si hemos facilitado datos de la tarjeta de crédito, informar al banco para que la bloquee. Anticipar la

denuncia online ante las autoridades policiales, que deberá confirmar de forma presencial en la comisaría. ‘La mejor recomendación es mantenerte atento a los cambios que detectes en tus cuentas y haz un seguimiento de tus gastos, por pequeños que sean los importes. Y si dudas, cambia de contraseña’, afirma Patricia Plaza.

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