Barbie huye del lado ‘superficial’ e inspira a las niñas a ser grandes profesionales

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Las niñas ya no quieren ser princesas y sus muñecas tienen que adaptarse a esta nueva realidad. Las mujeres del siglo XXI luchan por huir de los estereotipos clásicos y han demostrado que pueden ser grandes profesionales en cualquier ámbito. Las niñas también tienen otras inquietudes y las empresas jugueteras son conscientes de esta realidad. Mattel ha lanzado una nueva campaña de su muñeca Barbie en la que presenta a las niñas que juegan con ella como pequeñas capaces de imaginar cualquier cosa. Profesoras, doctoras o entrenadoras de fútbol son algunas de las profesiones con las que sueñas las niñas que juegan con Barbie con este spot.

La imagen de esta pequeña muñeca con formas de mujer ha estado siempre asociada a la superficialidad. Sin embargo, la marca trata de cambiar ese estereotipo y presenta a las pequeñas que juegan con Barbie como niñas con inquietudes e imaginación capaces de ser doctoras, empresarias o de ponerse frente a una clase universitaria para hablar de ciencia.

La actitud decidida de las protagonistas del spot provoca sorpresa entre las personas que interactúan con ellas. Después de mostrar a las pequeñas en su ámbito profesional, éstas ven en casa, jugando con sus muñecas Barbie representando escenas en las que éstas se dedican a profesiones similares a las que ellas mismas ejercían en su imaginación.

El anuncio de la agencia BBDO da un pequeño giro a la imagen clásica de Barbie, aunque apunta, eso sí, a que las muñecas siguen siendo cosas de niñas. ‘Cuando una niña juega con Barbie, ella imagina que puede llegar a ser cualquier cosa’ es el lema de esta nueva campaña para la marca juguetera.

Mattel no es la primera marca de juguetes que apuesta por mostrar a niñas que no se visten de princesas sino que quieren construir, crear o imaginar. GoldieBlox logró hacer viral un spot en el que presentaba a niñas que querían convertirse en ingenieras.

En el spot tres pequeñas veían un anuncio en televisión de otras tres niñas vestidas de princesas, cantando y bailando. Las protagonistas mostraban una cara de aburrimiento ante esta imagen, ponían su propia música, se colocaban un casco y se ponían manos a la obra para construir. Utilizando los clásicos ‘juguetes de niñas’, casitas de muñecas, muñeca, tazas para el té o baritas mágicas construían un mecanismo con el que abrir la puerta de la cochera de casa. Una ‘obra’ de ingeniería que finalizaba apagando la televisión.

Seguiremos informando….
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