La redacción de ‘El País’ sigue en pie de guerra contra su diario y su director. En las últimas semanas las cosas han empeorado por la deriva que sigue tomando la cabecera, donde es cada vez más evidente el trabajo que se está haciendo para servir a los intereses empresariales y políticos de Juan Luis Cebrián. Prisa ha dado una nueva vuelta de tuerca con su posicionamiento político y está preparando una guerra contra Moncloa, lo que sumado a la apatía de Antonio Caño y los malos manejos, han generado un clima irrespirable para la mayoría de los redactores.
Esto ha generado que muchos –demasiados- se planteen seriamente abandonar el diario a la primera oferta que tengan de otro medio. Esto nunca había pasado en el diario de Prisa. Por prestigio y salario, el gran objetivo de la mayoría de los periodistas españoles era trabajar en ‘El País’, pero esto ha cambiado radicalmente en los últimos dos años y se ha acentuado en los últimos meses. Los redactores históricos están enfrentados duramente a su director Antonio Caño, quien les ha impedido ejercer su derecho a protesta.
Ello, porque no pudieron someter a votación un escrito protestando por la deriva que estaba tomando el diario ya que Caño ocultó el censo de la redacción. Pero esto es solo un detalle. Caño se comprometió a hablar con las diferentes secciones para recabar con el sentir de la redacción, pero nada de esto ha surtido efecto. Para más señas el episodio en que Caño culpó a una redactora de las informaciones sobre Jaume Roures que han generado una querella criminal, ha terminado por hundir la imagen del director del diario ante su redacción.
Pero esto no es todo. Es verdad que la relación con Caño se ha hecho insostenible, pero la sensación de que el diario está siendo utilizado sólo para los oscuros intereses de Cebrián, también es uno de los puntos que impulsan a buena parte de la redacción a abandonar el diario. Esta mañana Cebrián ha ‘encargado’ un reportaje-denuncia en el que se queja de la última adjudicación de TDT lo que nuevamente demuestra que el presidente ejecutivo sólo se preocupa de utilizar a la redacción para sus luchas personales.
Tampoco nadie entiende el último cambio de tendencia política en que Ciudadanos ha sustituido al PP como el partido bisagra de Cebrián. La redacción de ‘El País’ está compuesta en su mayoría por viejos simpatizantes del Partido Socialista de la época de Felipe González y un núcleo joven cercano a Podemos. Ello contrasta con el marchado tinte de derechas que ha emprendido hace unas temporadas el diario principalmente de la mano de Antonio Caño, un reconocido ‘centrista’ cercano a los poderes políticos y empresariales.
Un cúmulo de motivos que reflejan el profundo descontento de la redacción que ya ni siquiera quiere cambiar desde dentro el diario, sino que se han resignado a la espera de una buena oferta de otro medio que les permita dejar atrás a una cabecera que ha perdido el norte y que hace mucho tiempo dejó de ser referencia.
