Antonio Caño entierra el papel y se desliga completamente de la gestión de ‘El País’

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Antonio Caño, director de ‘El País’, ha comparecido esta mañana en el Foro de la Nueva Comunicación. La intervención era muy esperada por el sector ya que Caño tenía muchas cosas que responder como las pérdidas económicas del diario, su caída en venta de ejemplares, la demanda de Mediapro y los bandazos ideológicos del diario. No obstante, Caño contestó con evasivas y se desmarcó completamente de la gestión económica. Un encuentro decepcionante en que le acompañó su jefe Juan Luis Cebrián.

Si hay un titular que se pueda sacar de las escasas palabras de pronunció podemos decir ‘decepción’. Antonio Caño no se mojó en nada y dio pistas de una errática estrategia de desarrollo en la que al parecer el papel no tiene cabida. Durante su intervención recalcó que la nostalgia del pasado del periodismo de papel es una carga que les impedía avanzar a los diarios, dando por muerto de antemano un formato que todavía le reporta sus mayores ingresos por publicidad.

Y acto seguido reivindicó la gran cantidad de lectores que sus portales digitales tenían en Latinoamérica, superando largamente –según sus cifras- las visitas en España. En esta misma línea se centró en los cambios tecnológicos de la prensa –en los que no incluye el papel- e indicó que debe centrarse en una nueva realidad tecnológica y que ahora los diarios deben ser ‘mitad periódico y mitad empresa tecnológica’.

Dentro de esta ‘refundación digital’, Caño ha incluido a Google diciendo que los diarios deben ser ‘aliados y no rivales’ del buscador. Acto seguido cargó contra los tertulianos y contra los periódicos confidenciales. De los primeros dijo que son periodistas reconvertidos a actores que emiten ‘pura opinión sin datos’ y donde ‘todo es escándalo y falta de objetividad’. Y de los segundos dijo que suelen saltarse con impunidad ‘todas las reglas del periodismo’.

Caño disparó contra todos pero no reconoció errores. Dijo que los diarios han errado en relacionarse con sus públicos como lectores y no como clientes e indicó que intentarán hacer el mejor periódico en papel posible mientras exista un último ejemplar. No obstante, se desligó completamente de la gestión del diario y no entró a valorar el desplome en beneficios ni en resultados de la cabecera.

Lo único que dijo fue que la parte más dura de la crisis ya la ha esquivado ‘El País’ impreso al haber conseguido sujetar ’el ritmo atroz de caída’ de ventas que ha dañado a los diarios en los últimos ejercicios. Caño defendió una fuerte presencia de su periódico en las redes sociales advirtiendo que la principal red social no es Twitter sino Facebook. Lo que no dijo sin embargo es que las ventas del diario siguen el mes pasado cayendo a un ritmo de dos dígitos.

Caño no sabe o no contesta hasta el punto de decir que ‘no le gusta hablar de política’ decepcionado a un auditorio que esperaba respuestas. Y Cebrián –su anfitrión en la charla- no estuvo mucho más locuaz esquivando todas las preguntas sobre los estados financieros de Prisa y desmintiendo que históricamente los redactores del ‘El País’ hayan tenido algo que ver con el PSOE.

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