Los costes indirectos suponen más del 50% del total de la carga económica del cáncer

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Se calcula que los costes totales del cáncer para el sistema sanitario español son de 6.000 millones de euros anuales, de los que más de un 50% son atribuibles a costes indirectos. No obstante, su cuantificación en el ámbito de la salud es objeto de debate y, en el caso de la oncología, todavía siguen sin incluirse en la evaluación económica que se realiza para establecer el precio de los medicamentos innovadores.

Estas son algunas de las conclusiones del libro Análisis de los costes indirectos: el caso del cáncer, elaborado por la Fundación Gaspar Casal en colaboración con la farmacéutica biotecnológica Amgen, que examina la necesidad de una gestión integral de los procesos oncológicos para mejorar el uso eficiente de los recursos en el sistema sanitario.

‘Con esta publicación hemos querido ofrecer una imagen real de la relevancia que los costes indirectos del cáncer tienen en el sistema’, aseguró Juan E. del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal. Según matizó, esos costes indirectos se refieren a ‘los costes no farmacológicos para que los planificadores los consideren a la hora de hora de tomar decisiones de priorización y elección de los tratamientos destinados a esta patología’.

Del Llano consideró que la evaluación económica va camino de convertirse en una ‘herramienta básica’ para cuantificar los costes indirectos en el ámbito de la salud, sobre todo, en aspectos como la prescripción farmacéutica y la aplicación de la alta tecnología en prevención y tratamiento del cáncer.

Estudios como el elaborado por la Fundación Gaspar Casal suponen una oportunidad para seguir contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de las personas. En este sentido, María Fernández, gerente de Relaciones Institucionales de Amgen, manifestó que la compañía ‘seguirá apoyando estudios que reviertan en la consideración real de los costes y la necesidad de seguir innovando para lograr medicamentos que ayuden no sólo a las pacientes, que son nuestra prioridad sino también a la sostenibilidad’. Los expertos hicieron un llamamiento para que se lleve a cabo una estandarización del cálculo de los costes de productividad, así como la incorporación de los costes indirectos a la evaluación económica y los informes para fijación de precio.

El profesor titular de Fundamentos del Análisis Económico de Universidad de Castilla La Mancha, Juan Oliva, aportó nuevos datos sobre el impacto laboral del cáncer de España: ‘Junto con los indicadores que directamente nos refieren al impacto sobre el bienestar que ocasionan los problemas de salud (mortalidad, morbilidad, discapacidad, pérdidas en la calidad de vida de pacientes y familiares), los análisis de impacto económico pueden ayudar a una mayor comprensión de su impacto social. En este sentido, dicha información no sustituye sino complementa a la información epidemiológica y sanitaria sobre problemas de salud, y puede ser una herramienta útil en el apoyo de la planificación de políticas públicas y dar soporte a la toma de decisiones sobre asignación de recursos en políticas de salud’.

El doctor Miguel Martín, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, aseguró, por su parte, que ‘los costes indirectos asociados al tratamiento del cáncer han sido hasta ahora objeto de poca atención, ya que se ha puesto el énfasis en los costes directos, mucho más evidentes y fáciles de medir. Sin embargo, los costes indirectos son un importante problema social que necesita ser documentado en el futuro en la toma de decisiones terapéuticas’.

Como ejemplo de medición, el Dr. Martín señaló el programa PREGECAM de la Comunidad de Madrid, que recoge la información referida al uso de plataformas genómicas (Oncotype, Mammaprint, Endopredict, Prosigna) en cáncer de mama operable. ‘Las plataformas genómicas permiten identificar aquellas pacientes que pueden evitar la quimioterapia adyuvante postquirúrgica y ser tratadas sólo con un tratamiento hormonal oral. Además del ahorro en costes directos que estas plataformas pueden generar al evitar la quimioterapia de muchas enfermas, estamos recogiendo el ahorro en costes indirectos que la no necesidad de estar de baja laboral o de acudir al hospital periódicamente para recibir quimioterapia pueden conllevar’, destacó el presidente de la SEOM.

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