A Jose Manuel Zamora le diagnosticaron diabetes tipo I cuando tenía 10 años. Ahora, con 35, tiene que convivir día a día con diabetes y todo lo que ello conlleva: realizar frecuentes controles de la glucemia capilar al día, administración de insulina múltiples veces al día, control del aporte de las cantidades de alimentos ricos en hidratos de carbono en cada comida, y todo ello con modificaciones en función de la actividad física, y a veces sin obtener el resultado esperado, además del riesgo de sufrir una hipoglucemia, un estado que se produce cuando el nivel de azúcar en la sangre disminuye considerablemente y que puede tener consecuencias graves si no se controla.
Para concienciar a los pacientes —y a toda la sociedad— de la importancia de llevar un buen control de la diabetes, José Manuel ha decidido dejar de lado el miedo a las alturas y hacer un salto en caída libre desde 5.000 metros de altura. Lo ha hecho acompañado de Sanofi y con el apoyo del centro de paracaidismo de Skydive de Empuriabrava (Girona) coincidiendo con el Día Mundial de la Diabetes.
‘Nunca antes había saltado en paracaídas pero tampoco había tenido hipoglucemias hasta que fui consciente de su peligrosidad. Me preocupa sufrir un estado de hipoglucemia pero también saltar en paracaídas. Las dos cosas dan respeto pero si consigues controlarlas no tienes por qué preocuparte’, explica José Manuel.
Antes de subirse a la avioneta, José Manuel ha recibido las últimas directrices para realizar el salto con las máximas garantías de seguridad. Momentos de concentración una vez montado en el aparato que debía subirlo hasta los 5.000 metros de altura. Al cabo de unos minutos se ha abierto la puerta y, de repente, ha aparecido el mundo bajo sus pies.
Pero José Manuel no se ha tirado solo, 6 paracaidistas del centro han querido acompañarlo y, en plena caída libre, han dibujado un círculo humano a su alrededor, simbolizando así el aro de la diabetes que representa la unión de pacientes, familiares y sociedad.
‘¡Ha sido una experiencia increíble! Le recomiendo a todo el mundo que lo haga, por lo menos, una vez en su vida’, ha conseguido decir en cuanto sus pies han tocado suelo. ‘De alguna manera los pacientes debemos hacer lo mismo que hacen los paracaidistas: ellos chequean su material constantemente para evitar sorpresas, pues nosotros debemos chequear nuestro nivel de azúcar para minimizar el riesgo de padecer hipoglucemias’.
A pesar de que el control metabólico y las opciones terapéuticas han avanzado en los últimos años gracias a la insulina, todavía se puede mejorar el equilibrio entre el riesgo de hipoglucemias y el control.
‘El riesgo de hipoglucemias y el miedo a las mismas son aspectos muy importantes. El control glucémico puede verse comprometido por el miedo a futuras hipoglucemias y puede provocar que un paciente modifique su dosis de insulina lo que conlleva un uso subóptimo de insulina y la adherencia al tratamiento deja de ser la adecuada’, comenta la Enfermera y Educadora en Diabetes del Hospital Clínic de Barcelona, Daría Roca.