Está dicho casi todo. Quedará por saberse el dolor de una Ciudad que paga con su penumbra el dolor de todos los que queremos y gritamos LIBERTAD.
Lo de este fin de semana en París no tiene nombre. La cobertura informativa de nuestras televisiones, con la excepción del canal 24 horas de Televisión Española, que hizo los deberes, fue penosa. La dependencia de terceros para realizar la información es lo que tiene, en lugar de llamar al corresponsal de turno, tienen que ponerse en contacto con la productora, esperando que tengan alguien allí, o puedan localizar… es lo que tiene la excesiva y total externalización.
Hay muchos ejemplos que nos dejan muy lejos de París en lo que se refiere a tratamiento de las informaciones, comportamiento de los políticos, apoyo a las instituciones… otorgar a su Presidente la potestad de dirigir sin presiones todas las operaciones que sean necesarias para devolver la paz a sus territorios.
Los protectorados, de los que tanto se abusó, y a los que tanto se dio… Los nietos de los hijos de aquellos que llegaron a Francia con el anhelo de conseguir una vida mejor… Continúan viviendo en guetos, mirando al cielo cada noche esperando una salida a su desesperación y falta de expectativas. Cerebros débiles que se dejan influenciar por dos de pipas. Jóvenes que ven en las caras de sus padres y abuelos el desconsuelo de no pertenecer a los de allí, y no haber creado sociedad aquí. En grandes barrios elegidos para tal fin. Con los sueños muy lejos y grupos de desalmados terroristas dispuestos a indicarles la puerta hacia el cielo. Un cielo plagado de horror y de muerte, y al que nos empujan a todos.
Hemos sufrido la desgracia en nuestras carnes de vecinos y europeos de pro. Si los actos de guerra se hubiesen producido en España, estarían los políticos discutiendo sobre qué declaraciones hay que hacer, qué bandera lucir, qué discurso contar… Al final NADA. Eso es lo que nos queda después de la barbarie vivida, la NADA, ahora a empezar a vivir, hasta que ellos decidan. Hay una guerra, pero la hay desde hace casi una década… ¿Sobreviviremos?
HISTORIAS DE OTRAS VIDAS
Se juntan cuando se odian. Una llegada desde las tripas yermas de las tierras de la bella Nefertiti, diosa/reina a partes iguales, y, de la fecundidad del Nilo. Aunque la naturaleza es sabia y a esas hidras no las deja crecer, no las deja reproducirse, como pago a su maldad incomprensible. Apoyada en la cabeza de los que colaboran con su enfermedad que la lleva a arrodillarse por una condecoración comprada… ¡Que vida! Que ser más maligno. Así la denominaba la hoy su socia, o su ¿sucia? Sucia, está claro. Juntas se revolverán en su propio odio y sólo conseguirán que Rafa él de Sanzio se sienta avergonzado de haberla salvado de las garras de la spesis y la muerte… Reencárnate de víbora, y tú en sepulcro blanqueado, que de eso hiciste el máster del universo. Vaya par de zorras minúsculas, estériles seres que sólo dejarán el odio como muestra de todo lo que han creado a su alrededor… ¡Hasta nunca! Les decía el tabernero cuando salían cantando a la tierra en la que ya nada crece bajo sus pies. Y murieron una contra la cabeza de la otra, en su desesperación, en su odio, en su… En qué hora Señor…