El microbioma humano llegará a ser utilizado de forma terapéutica

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‘Microbiota en salud y enfermedad’ será el tema del primero de los tres seminarios del curso académico que organiza la Cátedra Universitat de Valencia/Fundación Sistemas Genómicos. La ponencia, que se celebrará este viernes a las 13.00 horas en el Salón de Grados de la Facultad de Medicina, correrá a cargo del Prof. Andrés Moya, catedrático de Genética y director la Cátedra FISABIO para el Fomento de la Investigación Biomédica, cátedra Institucional de la Universitat de València.

El microbioma es objeto de investigación reciente en biomedicina: “Los médicos están acostumbrados a ver los microorganismos como patógenos y ahora se les muestra el mundo de los microorganismos residentes como protectores y facilitadores de nuestra propia salud. El mensaje es que en buena medida no puedes obviar que nuestros microorganismos son agentes de nuestra propia salud, promueven y contribuyen a nuestro bienestar”, explica el Prof. Moya.

Hay que distinguir entre microbioma y microbiota. La microbiota es el conjunto de microorganismos que tiene un ser humano localizado en alguna de sus partes o de sus órganos como puede ser la boca, el intestino, etc…, mientras que el microbioma es el conjunto de microbiotas que tiene el ser humano.

El desarrollo del estudio del microbioma está muy vinculado a la capacidad de analizarlo con secuenciación masiva. Los grandes avances que se han producido en las técnicas ómicas están permitiendo a los científicos saber más sobre estos microorganismos (bacterias, virus e incluso protozoos) que tenemos por billones en nuestros cuerpos. Si es cierto que muchos microorganismos son patógenos y nos provocan infecciones, ahora sabemos que muchos más nos resultan beneficiosos, nos ayudan a vivir con salud. “Viven con nosotros, de forma estable y en su mayoría no son patógenos”, ha explicado el Prof. Moya.

Estas floras bacterianas, además, puedan ser utilizadas en nuestro propio beneficio, usándolas como medicamentos: “Son microorganismos que pueden utilizarse con garantías porque viven con la especie humana. El microbioma de los sanos tiene una gran ventaja con respecto a microorganismos externos a nosotros ya que los productos que pueden fabricar no van a tener, en primera instancia, problemas de toxicidad ni de patogenicidad. Se abren enormes posibilidades terapéuticas, pero hay que seguir investigando y desarrollando”, sostiene el Prof. Moya.

“Los microbiotas son tan nuestros que ya se habla de que el ser humano es un ‘superorganismo’. Es decir, que nosotros somos nuestro cuerpo y un batallón de bacterias trabajando armónicamente”, sostiene el Prof. Moya.

Las microbiotas nos defienden: “Hemos descubierto la existencia de unas bacterias intestinales que podrían protegernos frente a otras bacterias que, también tenemos, pero que acumulan resistencias a los antibióticos. Son bacterias guardianas que probablemente contribuyen a que estas bacterias nuestras con genes de resistencia se eliminen”, afirma el Prof. Moya. Este hallazgo podría tener una aplicación práctica ante el problema de la acumulación de resistencia a antibióticos, pues podríamos preparar un coctel de bacterias guardianas suministrado junto a los propios antibióticos.

Cada persona tiene su propio microbioma: “El ser humano tiene 20.000 genes, pero si consideramos también todos los genes de las bacterias que nos ayudan al desarrollo normal de nuestras vidas, nuestro arsenal de genes es mucho mayor. Una correcta fisiología de nuestro organismo requiere la correcta expresión unos y otros en diferentes órganos y tejidos”, ahonda el especialista.

Algo tan sencillo como una caries podría tener muy cerca su erradicación: “La caries dental también la provoca una bacteria y tenemos la patente para luchar contra la caries. Hay personas que nunca han tenido este problema y da lo mismo la higiene bucal, lo que tienen es una bacteria que les protege contra la bacteria que causa la caries. Ese microorganismo se conoce, lo descubrieron investigadores de FISABIO, y ahora continúan trabajando para el desarrollo de un producto anti-caries”, dice Moya.

Según la información que se maneja en el Área de Genómica y Salud de FISABIO, donde trabaja el Prof. Moya, “podríamos hablar de 50 ó 60 enfermedades que cursan con alteraciones en las microbiotas. Curar ya es otra historia, hay que seguir trabajando”.

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