Telegram se ha convertido en la aplicación por excelencia de los partidos políticos en plena campaña electoral. A través de esta aplicación, junto con Whatsapp, los equipos de redes sociales ponen en funcionamiento la maquinaria para que sus mensajes se conviertan en trending topic en Twitter o se activen las campañas en redes sociales. Los equipos de redes sociales de Podemos, el Partido popular, Ciudadanos, Izquierda Unida y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) han desgranado cómo son sus equipos y sus estrategias durante la campaña y las acciones de comunicación que ponen en marcha para conseguir el voto de los ciudadanos durante el evento #innovActionElecciones, celebrado esta semana en la sede del Centro de Aceleración Digital de Madrid.
“El cocktail de la tele y las redes sociales genera una mezcla explosiva, puede convertir el contenido en viral e incontrolable”, así comenzaba Sergio Martín, director del Canal 24 horas, el debate entre los responsables de los equipos de redes sociales de los principales partidos políticos durante el encuentro organizado por Internet Academi en el que se analizaron las estrategias de comunicación y marketing político de PP, PSOE, IU, Ciudadanos y Podemos. Una de las conclusiones del encuentro es que las redes sociales se consideran ya parte de la estrategia en las elecciones. Pero, ¿cómo se organizan los equipos y estrategias de redes sociales de los partidos políticos de cara a las elecciones del 20D?
Los equipos de redes sociales de los partidos,’ más que freeks, geeks’.
En este sentido Alba Nagua asegura que la clave del éxito de Podemos en redes sociales se debe a que “nosotros no somos profesionales, utilizamos las redes sociales como las utilizábamos antes de estar en política, igual que los candidatos. En lo relativo a medios, tenemos muy pocos, como no pedimos préstamos a los bancos. Y en cuanto al interés que muestra la organización, somos muy afortunados, porque nos construimos gracias a las redes sociales, y nos financiamos gracias a ellas”.
El PSOE, además de tener el equipo de redes sociales, que depende directamente de la comisión electoral, cuenta con una base de 800 miembros afiliados que se encargan de “amplificar el mensaje”. Igual ocurre con Podemos y sus 400 ‘community managers’ desperdigados por toda la geografía. Un caso similar ocurre con Ciudadanos, otro de los partidos más activos en redes sociales. Según Javier Pereira, miembro del comité digital de Ciudadanos y responsable de implantación digital nacional del partido, un total de 12 personas trabajan en la comitiva nacional en las redes sociales, coordinados por Fernando de Páramo, responsable de Comunicación del partido de Albert Rivera; pero a lo largo y ancho de la geografía son cientos las personas que colaboran en la “amplificación del mensaje”.
Los partidos políticos han entendido el poder de las redes sociales para amplificar sus mensajes. La compra de bots (perfiles falsos), campañas de desprestigio a candidatos y partidos y el seguimiento de las intervenciones de los candidatos en programas de televisión son las armas con las que se prepara la artillería en las redes sociales. La ejecución de estas acciones (no todas ellas confesadas por los responsables de los partidos) tienen diferentes técnicas. Si a través de Telegram o Whatsapp los equipo consiguen coordinarse, los mensajes se ejecutan desde el centro del partido. En el caso de Podemos, hasta los hashtags de las campañas se votan, asegura Alba Nagua. En otras ocasiones los trolls están dentro de la comunidad. Desde el PP aseguran que esto es incontrolable y solo se puede actuar con prudencia y honestidad.
De las redes sociales a los medios de comunicación.
Según explica Alba Nagua de Podemos, “cuando comenzamos teníamos poco espacio en los medios de comunicación y tuvimos que aprovechar la relación estrecha entre los medios tradicionales y las redes sociales. Lo que hacíamos era retrasmitir los programas de la televisión donde iban los miembros del partido y eso nos permitió introducir nuestros mensajes en el debate utilizando el hashtag”. Esta misma estrategia es la que está utilizando el PSOE en estos momentos. “Con la participación en las tertulias políticas de los líderes del partido, el mensaje se multiplica y estamos movilizando a la organización en esa estrategia. Además, participamos en la red con las etiquetas de los programas y conversaciones para difundir nuestros mensajes, sobre todo durante la noche”, confiesa Emi Escudero.
Las redes sociales se han convertido, además, en fuente informativa para los medios de comunicación y eso lo saben los partidos. “Es algo que hacen todos los partidos, alimentar las noticias (…)Muchos periodistas piensan que Twitter es el altavoz de la sociedad, cuando realmente las cifras que están detrás de eso son mucho más modestas. Es una cuestión de percepción y sensacionalismo. Cuando un medio se hace eco de un trending topic, en realidad es que intentan conseguir tráfico a través de ese hashtag”, asegura Alfonso Garcia del PP.
La otra cara de la moneda es cuando las estrategias en redes sociales se basan en desprestigiar al adversario. En este sentido, Sergio Mesa de Izquierda Unida asegura que “se hacen estrategias donde la moral puede estar en duda. Con campañas grises, donde no se sabe quién es el emisor”. En opinión de Javier Pereira de Ciudadanos, “el mensaje negativo no te resta. Por eso no queremos hacer contracampañas. Tener reputación para nosotros es muy importante”.