La primera revolución industrial es la que más información ha generado, al ser la más conocida por todos. En ella, se avanzó mucho en la producción mecánica ya a finales del Siglo XVIII. Tras ella, encontramos una segunda que actualizó el mundo con la electricidad, la división del trabajo o la producción en masa. Y como colofón, hasta la fecha, conocemos una tercera que dio pie al auge de la electrónica, a la tecnología de la información y a la producción automatizada. Esta última, parecía llevar hacia un final… que no va a producirse. ¿El motivo? Se está fraguando una cuarta revolución, que tendrá como eje central los CPS, los cuales integrarán lo físico, lo digital y lo humano, para dar lugar a un potencial casi ilimitado, que aún no es comprensible pero que lo será muy pronto.
Esta Cuarta Revolución… ¿Hacia dónde nos lleva?
Eso sí, toda esta revolución estará basada en los tres pilares elementales, o lo que es lo mismo, se sostendrán, en primer lugar sobre el ascenso de la tecnosfera, en segundo sobre la tecnología del Internet de las Cosas, que relegará el status del ser humano, en el mundo de las comunicaciones, a meras cuestiones de mantenimiento y en tercero, que no menos importante, sobre la culminación de lo que ya se empezó a gestar en la tercera revolución, o lo que es lo mismo, que ser humano y tecnología se unan en uno. Con todo esto, Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico Mundial, y de los primeros en advertir de la existencia de esta cuarta revolución, se plantea con ello la pregunta clave… ¿Cómo debemos afrontar el futuro más próximo?
Un mundo 100% tecnológico se acerca
Esta última, la Cuarta Revolución, llegará antes de lo esperamos y no girará en torno a un solo producto o servicio. De hecho, Schwab tiene claro que el mayor impacto recaerá en el mercado laboral, en los negocios y en la economía (sobre todo en el área de fintech y en la restauración del modelo de negocio). Esto obligará a los gobiernos a seguir un ritmo desconocido hasta la fecha, para adaptarse a toda la innovación producida, que puede incluso superarles. En resumen: un nuevo mundo viene pisando fuerte y no va a esperar mucho para sacar la cabeza. Lo ven los expertos… ¡Y el público en general! ¿Estaremos realmente preparados para la cuarta revolución?
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