El salón de actos del Edificio Diego Murillo de Madrid, donde la Agrupación Mutual Aseguradora (AMA) tiene su sede, se quedó pequeño para albergar a todos los profesionales relacionados con el sector sanitario que no quisieron perderse la celebración del 50 aniversario de la mutua. Con una sorprendente puesta en escena, el presidente de la compañía, Diego Murillo, pronunció un discurso en el que repasó tanto los mejores momentos vividos como los peores obstáculos que han tenido que salvar durante este medio siglo de vida.
“No hay duda de que hemos vivido juntos muchas circunstancias durante estos 50 años, pero si tuviera que quedarme con una, sería la de la inauguración de este edificio. Porque simboliza lo que hemos llegado a ser. Por ver que una empresa pequeña, que nació en un piso alquilado y escaso patrimonio, se ha convertido en una de las empresas más sólidas y competitivas de este país gracias al esfuerzo y trabajo de todos los que hemos participado en esta aventura”, ha reconocido el doctor.
Diego Murillo trasladó al auditorio a aquel piso alquilado de la calle Villanueva donde comenzó la andadura de la mutua: “Sin un solo ordenador, pero con un montón de ilusiones y muchas ganas. Fue un comienzo duro, difícil, pero ha valido la pena. Fue como comenzar un bloc con todas sus hojas en blanco”. A día de hoy, AMA ha pasado a disponer de 100 edificios en propiedad, 600 empleados y casi 600.000 asegurados.
Tras dar estas cifras, el presidente agradeció la confianza demostrada a los presidentes de los Colegios Profesionales y Consejos Generales de toda España y a todos los mutualistas de la compañía, así como el trabajo y el esfuerzo de todos los consejeros y empleados.
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