Se aproxima la Navidad, y como cada año los perros y gatos forman parte de la lista de deseos que los niños españoles incorporan en su carta a los Reyes Magos. Fundación Affinity, en su compromiso por garantizar el bienestar de los animales y su objetivo de reducir el abandono, alerta sobre la necesidad de una reflexión previa a la decisión de incorporar un animal de compañía al entorno familiar. De hecho, el 50% de los niños españoles reconoce haber pedido un perro o un gato a los Reyes Magos o Papá Noel. Es una cifra alta que contrasta con el 98% de los niños que asegura tener claro que los animales no son juguetes. Como señala Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity, “es satisfactorio comprobar que los niños comprenden que los animales de compañía no son objetos, sino seres vivos. Para ellos no son un juego, sino un compañero de juegos con quien mantener una relación que enriquece y construye vínculos”. Un año más, Fundación Affinity quiere conciencia por vía de una campaña que aboga por la reflexión antes de decidirse a compartir la vida con un perro o un gato con el fin de reducir futuros abandonos. Según apunta el “Estudio Fundación Affinity sobre el Abandono y la Adopción”, un tercio de los perros que hoy están en un centro de acogida llegaron a su casa en forma de regalo. “La magia de la navidad hace que los niños aprovechen estas fechas para pedir a los Reyes Magos ese deseo que quieren cumplir con entusiasmo, que es importante para ellos y que, en ocasiones, parece inalcanzable”, señala Isabel Buil. “Sería ideal que los padres trasladaran el mensaje a sus hijos de que incorporar un animal al entorno familiar merece una reflexión por parte de todos y que no deberíamos dejarlo en manos de la bondad de los Reyes Magos”, apunta Isabel Buil.
Según el II Análisis Científico de la Fundación Affinity sobre el vínculo entre personas y animales de compañía, en un 60% de los casos los niños asocian al perro o gato con un ‘compañero de actividades y juegos’ e incluso, 8 de cada 10 niños de entre 9 y 12 años prefieren jugar con su gato o su perro antes que con videojuegos. Además, para uno de cada dos niños el animal, después de sus padres, representa la principal fuente de apoyo emocional. Este estrecho vínculo con el animal de compañía ayuda a superar sensaciones de miedo o tristeza, y es a ellos a quienes acuden los más pequeños a la hora de encontrar alivio en situaciones desfavorables. Destaca también la percepción que los niños tienen de su relación con la mascota; el primer concepto que asocia la mayoría es el de ‘cuidar’, seguido por ‘jugar’ y ‘alimentar’. De esta forma, el estudio recalca los valores de responsabilidad que los animales de compañía transmiten a la población infantil.
Fundación Affinity aconseja llevar a cabo un proceso de reflexión previa a compartir la vida con un perro o un gato, contando con unos puntos clave que ayudarán a que esta relación sea estable y duradera: Compromiso. La convivencia con un animal de compañía será duradera. La vida media de un perro es de 12 años y la de un gato de 15. Tal y como explica la directora de la Fundación Affinity, “antes de tomar la decisión, debemos analizar nuestros hábitos de vida, nuestras costumbres y saber cómo vamos a integrar a este animal de compañía en nuestra vida cotidiana”. Decisión y reflexión. La elección no debe ser fruto del impulso. Hay que valorar todos los aspectos que comportará incorporar un nuevo miembro a la familia. La toma de decisión debe involucrar a todas las personas que convivirán con él, “No podemos tomar la decisión únicamente porque nuestro hijo ponga en la carta a los Reyes Magos que quiere un perrito, debemos pensar de forma responsable en todos los aspectos y tomar una decisión meditada y no por impulso”, explica Isabel Buil. Aprendizaje e Información. Tomar conciencia de las necesidades del animal y de nuestras expectativas. Debemos informarnos de qué necesitará (cuidados, afecto, actividad…), y asumir las obligaciones que se van a adquirir.