Max Römer: “La campaña de comunicación en Venezuela fue desigual y agresiva”

El catedrático Max Römer junto a la periodista Daniela Peinado
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Con la celebración de las elecciones parlamentarias de Venezuela termina un periodo de campaña complicado y convulso. En los 21 días que duró la propaganda política de socialistas y opositores, capturó la atención de los medios de comunicación del país y del resto del mundo. Pero, ¿cómo fue este proceso y por qué se caracterizó? Para Max Römer, profesor en Derecho de la Información de la Universidad Camilo José Cela y consultor en Comunicación Corporativa, la palabra clave es desigualdad.

Fue una campaña muy desigual, donde la figura de Chávez volvió a emerger en el panorama nacional y donde solo se mostraban los logros conquistados del pasado (…) Fue notable la expropiación de medios, con más de 300 emisoras de radio y varios canales de televisión y eso ha traído como consecuencia el poder omnímodo de la comunicación por parte del gobierno de Maduro”, señala. Y en cuanto al discurso creado en torno al proceso, “es una campaña agresiva, demonizando a la oposición como ha sido desde que Chávez llegó al poder en el año 1999”.

En una entrevista concedida durante la cobertura especial de El Diario del Orinoco, el catedrático explicó  a la periodista Daniela Peinado que, con este modelo, la única alternativa de la oposición para hacerles frente fue la unidad. No solo debían sumar los “pocos recursos” que tenían, sino que debieron adherirse a otros grupos que defendían el valor del voto. Sin embargo, esta desigualdad no es decisiva en la intención del voto, al menos en un país como Venezuela.

“No estamos hablando de personas que no sepan lo que está pasando. El ciudadano común vive todos los días lo mismo: tiene que hacer filas (colas) para la compra de alimentos y está aterrorizado con la posibilidad de que a uno de los miembros de su familia o a si mismo lo maten por cualquier circunstancia o [incluso] por la tenencia de un teléfono y eso pesa mucho. La campaña que se puede hacer es de oferta: ‘te voy a dar carne, una tablet’. Son muchas las dádivas que se han ido recibiendo a cambio del voto hace muchos años. Esas cosas ya han creado una estructura de un ciudadano que sabe a qué va, tanto si vota por una asamblea mayoritariamente chavista, como por una asamblea vinculada a la unidad de la oposición”.

Afortunadamente, dice Römer, “a pesar de que la comunicación política de la campaña ha sido tan desigual y persecutoria”, ha propiciado el uso de nuevos canales, como las redes sociales, para la difusión y posicionamiento del mensaje; lo que se refleja en la actitud y motivación de los ciudadanos. “El venezolano que está en un colegio haciendo una cola para ir a votar sabe qué país tiene y puede vislumbrar qué país quiere tener a partir de esta noche”, aseguraba horas antes de conocerse la abrumadora derrota del actual gobierno. 

Ahora que el cambio politico en el pais es evidente, el experto recomienda que se ponga también en práctica un cambio de paradigma. “Ya está bien de escuchar una sola voz, es tiempo de contrastar, de oír a los demás y preguntarse por qué, cómo, en qué condiciones, bajo qué medios y con qué autoridad moral dicen lo que dicen”. Eso, más un “dialogo de construcción en la paz” será vital para hacer “una nueva Venezuela”.

Para Max Römer, una de las causas que han provocado actuales los resultados es que Nicolás Maduro “no ha tomado en cuenta que la mitad de Venezuela es opositora”. Recordó que desde que ganara las elecciones de 2013 frente a Enrique Capriles con un estrecho margen, siempre desconoció aquella otra mitad y ha sido así durante estos tres años. “El presidente tiene que entender que hay un mismo país con dos ideologías, que tienen que convivir y pensarse para su condición de patria. El petróleo cada día vale menos y genera menos riqueza. Todo el aparato productivo venezolano está desmantelado hace mucho tiempo vía expropiaciones y es lo que ha traído desempleo, miseria y la necesidad de importar cada vez más bienes y servicios en un país que llegó a ser autosuficiente en muchísimos rublos”. Y finalizó lamentando que, “vergonzosamente, 16 años después, Venezuela esté mendigando [incluso] papel higiénico”.

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