‘Gran Hermano’ apura sus últimas semanas con sólo cuatro concursantes

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La última edición de Gran Hermano comenzó su recta final el pasado jueves con la expulsión de Ricky, último nominado por sus compañeros. Sin embargo el canario no fue el único que abandonó la casa, ya que Vera fue el encargado de inaugurar la nueva mecánica del concurso por la cual el público vota por su favorito, siendo eliminado el que menos votos obtenga. Los seis habitantes que todavía permanecen en la casa conocieron los últimos porcentajes ciegos durante la emisión de Gran Hermano: límite 48 horas y esta noche han conocido los nombre de los dos nuevos expulsados. Pero antes, se enfrentaron a los ‘contra alegatos’ de varios de sus excompañeros, que intentaron convencer a la audiencia de por qué no deben ganar sus respectivos contrincantes.

El primero en defender sus alegatos fue Quique, quien acusó a Han de criticar por la espalda y de hacer daño a una persona que supuestamente quiere refiriéndose a Aritz. El chino no entendió las palabras del médico, ya que se considera buen amigo de sus amigos y no pretende hacer nada que les perjudique. Raquel volvió a ser la encargada de cargar contra Marta, a la que culpó de ser falsa y de dedicarse mucho al ‘pikipeo’. La canaria admitió que suele hacerlo en su vida normal y le agradeció a la extremeña que no hubiera sido muy dura. Por su parte Maite se dirigió a Carlos, al que cree que es un soso y algo veleta, pero el catalán cree que carrera en el concurso es una prueba de la buena relación que tiene con sus compañeros.

Suso decidió volver a arremeter contra Aritz y su afición a poner etiquetas al resto de la casa. Además el catalán no ve bien la relación visceral que hay entre el vasco y Han. Mientras que Amanda decidió atacar a Sofía por ser una maleducada e ir de víctima, por lo que tiene que agradecer a Suso su continuación en Gran Hermano. Sin embargo, la navarra se defendió admitiendo que es natural y no tiene nada de plástico, al contrario que su excompañera. También Ricky tuvo la oportunidad de dar su opinión sobre Niedzela, a la que reprochó que siguiese la corriente del resto de mujeres que continúan en el concurso.

Según el último recuento de porcentajes que se hizo público en la gala presentada por Mercedes Milá, en la casa de Gran Hermano había dos claros finalistas y cuatro concursantes que se encontraban en la cuerda floja. Es por eso que los últimos días han sido bastante tensos y ha habido un distanciamiento entre Aritz y Carlos con el resto de los habitantes, a las que denominan las Embrujadas junto a su súbdito. Este nuevo cambio de roles ha terminado por desquiciar al vasco, que ha vuelto a enfrentarse con Han, mientras Sofía y Marta se han convertido en las defensoras de su amigo. Y como su relación ya se ha convertido en la historia interminable, Han y Aritz volvieron a hacer las paces una vez más.

Y como esta edición de Gran Hermano es la de los secretos, la doble expulsión de esta noche ha girado entorno a la intriga. En concreto cuando los habitantes se han tenido que separar por parejas. Tras los treinta minutos de rigor, Carlos ha sido el primer expulsado de la noche que todavía deparaba una nueva salida. Un nuevo recuento de los porcentajes puso en evidencia que las dos personas que menos apoyo tienen del público se distancian sólo unas décimas. Finalmente Marta ha sido la segunda en salir de la casa de Guadalix, rompiendo el trío de embrujadas y enfrentándose en plató a sus grandes enemigas, Amanda y Raquel.

Cuando quedan menos de dos semanas para la esperada final, las galas de Gran Hermano se han vuelto cada vez más monótonas. Puede ser por el número reducido de participantes, que no aportan el juego suficiente de los primeros días, lo que provoca que la gala de los jueves deba reutilizar parte del contenido de Gran Hermano: límite 48 horas, el programa de los mil nombres. Mientras, los concursantes ya expulsados parecen más interesados en el número de bolos que tienen en una noche o en el dinerito que una conocida revista les ofrece por salir en paños menores en la portada, que en continuar en un programa que ya creen finiquitado. Temas muy manidos, como la relación entre Han y Aritz o los gritos de Marta, así como las continuas interrupciones publicitarias comienzan a desesperar a la audiencia, que no ve el momento de conocer quién será el que se lleve los 300.000€. Aunque, hay que recordar que nada es lo que parece en Gran Hermano.

Seguiremos Informando…

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