Secuoya quiere pujar fuerte por la TDT y se plantea comprar los dos canales que Unidad Editorial posee en este momento: uno alquilado a Discovery Max y el segundo a la espera de quedar liberado por 13TV. La operación se cifra en unos cincuenta millones de euros y en teoría se podría rentabilizar con los alquileres de estas señales, en torno a 2,3 millones anuales por señal. No obstante, la operación que está siendo liderada por Raúl Berdonés está siendo bloqueada por el fondo de inversión dueño de la productora.
El fondo NMAS1, dueño de 51,2% de Secuoya Grupo de Comunicación S.A., es el gran inversor detrás de Raúl Berdonés y de los fulgurantes proyectos del productor. Es por ello, que los dueños de la empresa prefieren racionalizar sus inversiones en un mercado que se antoja incierto. Las cuentas que hacen son claras: necesitan al menos 60 millones en los próximos tres años para poner en marcha su nueva cadena D10.
Este presupuesto incluye además de sus costes técnicos, la parrilla necesaria para dotar de contenidos a la señal. Este último punto es clave ya que los compromisos suscritos con Industria incluyen un mínimo muy importante de contenidos propios que en los primeros años deben estar cerca del 60% de su parrilla, algo para lo que se necesita mucho dinero y una inversión importante que en momentos de incertidumbre publicitaria cuesta mucho asumir y rentabilizar.
Es por ello que intentar asumir la compra de las dos cadenas de Unidad Editorial en estos momentos con un desembolso añadido de 50 millones, no es bien visto por el fondo dueño de Secuoya. En total estaríamos hablando de unos 110 millones de euros que nadie se puede permitir en el mercado español, además para un negocio –el alquiler de canales- que no ha demostrado ser infalible.
En el caso de los dos canales de TDT de Unidad Editorial hay ciertos compromisos que impiden hacer más rentable el alquiler. El primero es el derecho de alquiler preferente que tiene Discovery sobre su señal y que impide cambiar las condiciones de su contrato que implica un alquiler anual cercano a los 2,5 millones de euros. En el caso de 13TV el alquiler es similar, pero la cadena no quiere de momento abandonar la señal a la espera de montar su propia frecuencia como muy pronto en abril de este año.
Estos compromisos adquiridos por Unidad Editorial restan interés al negocio y lo hacen interesante sólo desde el punto de vista del editor de El Mundo que necesita quitarse deuda cuanto antes y ve en esta venta “express”, una manera de alivianar unas cuentas que no terminan de despegar tras la dura crisis que ha afectado el sector.
Fuentes del sector han indicado a prnoticias que ven como viable la operación, pero no en estos momentos, precisamente por la carga añadida que tiene el lanzamiento de su nueva cadena. Berrdonés deberá por tanto esperar algunos meses para cumplir su sueño de tener tres frecuencias en propiedad.
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