Recientemente y, a pesar de la alta cobertura vacunal, se ha producido un crecimiento del número de casos de tosferina, sobre todo en niños menores de seis meses. Esto, explica la Dra. Beatriz Ochoa, ginecóloga del equipo de la Dra. Ana Suárez, del Hospital Universitario HM Nuevo Belén “es debido a la menguante inmunidad que induce la vacuna -desaparece entre los 4 y los 12 años tras la última dosis-, y a que se trata de una enfermedad de fácil transmisión, siendo en la mayoría de los casos un familiar cercano o la propia madre la fuente de transmisión”. “La vacuna de la tosferina, vacuna dTpa, está incluida para la mujer embarazada en varias comunidades autónomas y diferentes sociedades científicas, entre ellas la Asociación Española de Pediatría, la consideran obligatoria en la embarazada dado que confiere protección al futuro bebe”.
Además de la madre, también deberían vacunarse todas aquellas personas que vayan a estar en contacto estrecho con el recién nacido como el padre y otros posibles cuidadores para evitar transmitir la infección al recién nacido, es lo que se denomina “estrategia de nido”, añade la experta. Así, la Dra. Ochoa aconseja que toda mujer que esté pensando en ser madre, debería acudir a su centro de salud para revisar su calendario vacunal y ponerlo al día antes de quedarse embarazada. La correcta vacunación tanto de la mujer como de su pareja es la mejor estrategia de que disponemos en la actualidad para evitar que enfermedades prevenibles como el tétanos, la tosferina o la difteria alteren el correcto desarrollo del feto.
Cuando la futura madre tiene su calendario vacunal actualizado, explica la Dra. Ochoa, se benefician tanto la mujer como el futuro bebé, ya que ambos estarán más protegidos frente a infecciones y ello contribuirá al correcto desarrollo y crecimiento del feto. A través de la placenta y de la leche materna la madre confiere a su hijo inmunoprotección frente a diferentes infecciones durante los primeros dos meses de vida. A partir de ahí, el bebé deberá recibir las vacunas correspondientes al calendario vacunal que esté vigente en ese momento.
Vacunas que debe tener puesta la mujer antes de quedarse embarazada. Toda mujer que esté pensando en ser madre debería asegurarse antes de haber recibido las siguientes vacunas: Triple vírica (rubeola, sarampión y parotiditis), Tétanos-difteria (Td), Varicela y Hepatitis B. Siempre que la mujer reciba la triple vírica, la vacuna de la varicela o ambas, se aconseja retrasar la búsqueda del embarazo 30 días tras la administración de la misma. Asimismo, y en función de las enfermedades y trastornos del sistema inmune que pueda presentar la futura madre, se valorará la administración de otras vacunas, por ejemplo, frente a neumococo o meningococo.
Vacunas que no deben administrarse durante el embarazo. Todas aquellas vacunas que sean de virus o microorganismos vivos atenuados están contraindicadas en el embarazo. Por ejemplo: Triple vírica, Varicela, Fiebre tifoidea, Polio oral, BCG, Fiebre amarilla y Antigripal intranasal atenuada.
Vacunas que sí debe recibir la embarazada. Vacuna de la gripe: la embarazada es considerada población de riesgo y por lo tanto debe vacunarse en cualquier trimestre de la gestación durante la campaña vacunal. La gripe puede ser una enfermedad especialmente grave en el segundo y tercer trimestre del embarazo, con más riesgo de complicaciones, entre ellas, neumonía e incluso parto pretérmino. Vacuna dTpa (toxoide diftérico-tetánico y pertusis acelular): confiere protección frente al tétanos y la tosferina tanto a la embarazada como al neonato. La vacuna se debe administrar entre la semana 27 y la 36 de gestación, siendo el ideal la semana 32. Se debe revacunar en cada embarazo. Vacunas como Hepatitis B, neumococo y meningococo se deberán administrar en población de riesgo en función del trabajo, las enfermedades concomitantes y alteraciones del sistema inmune de la mujer.
Viajes durante el embarazo. Antes de realizar cualquier viaje que pueda requerir una vacunación específica, se recomienda acudir siempre y con bastante antelación a un Centro de Vacunación Internacional. Si la mujer embarazada precisa desplazarse a zonas endémicas de alguna enfermedad prevenible como encefalitis japonesa, fiebre tifoidea, cólera o fiebre amarilla, en las que el riesgo de exposición sea elevado, hay que tener en cuenta que no existe información sobre la seguridad en el embarazo y para el feto de las vacunas frente a estas enfermedades. En estos casos, la Dra. Ochoa aconseja evitar o retrasar el viaje.