La gestación subrogada necesita ser legalizada, según el 83% de los españoles

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Las idas y venidas entre partidos políticos por saber quién llegará, finalmente, a ocupar la Moncloa siguen siendo la comidilla en todas las tertulias y debates de los medios. Sin embargo, una de las cuestiones que más preocupan a los ciudadanos – y en especial, a la comunidad LGTB – es saber qué ocurrirá con la polémica de la gestación subrogada ¿Se legalizará en esta nueva Legislatura o seguirá en el limbo legal en el que se encuentra?

Durante las campañas realizadas por las principales fuerzas políticas de este país, casi todos los partidos que se postularon a favor de la regulación de la gestación subrogada. Solamente Unidad Popular (UP) se mostró en contra, al considerarlo una práctica que pueda fomentar la explotación de la mujer y vulnerar sus derechos sexuales y reproductivos.

La maternidad por sustitución es uno de los procesos a los que más recurren las parejas homosexuales para poder crear una familia. Sin embargo, en muchas ocasiones las leyes hacen imposible una normalización de esta práctica. Mientras la mayoría migran hacia otros países en los que es legal (y barata) esta opción, otros se enfrentan a miles de trámites legales para poder demostrar la filiación con el bebé que tanto han deseado. ¿Cómo ve la sociedad española este debate?

Los ciudadanos lo tienen claro

Sin embargo, los ciudadanos tienen muy claro cuál es su posición respecto a este tema. Un 83% de los españoles opinan que su regularización es totalmente necesaria, puntualizando que los bebés deberán tener posteriormente el mismo estatus que el resto de los nacidos. En la actualidad, la legislación española pone muchas trabas burocráticas a la hora de reconocer en el Registro Civil a los bebés que han nacido por este procedimiento cuando llegan al país. Ocho de cada diez españoles encuestados consideran que el registro de los niños gestados por sustitución debe equipararse a la de los bebés nacidos en España.

El estudio muestra que las mujeres son más favorables a esta práctica (84%) frente a los hombres (81%). De la misma manera, muestra que las personas mayores de 66% años también se muestran a favor del reconocimiento del proceso como del posterior inscripción en el Registro Civil de los neonatos.

“Vientres de alquiler” por el mundo.

La legislación española muestra un vacío legal en cuanto a este tema: Según el art. 10 de la Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida, el contrato que pueda establecerse entre la “madre de alquiler” y los contratantes es nulo. Sin embargo, la Dirección General de los Registros y el Notariado no contempla ninguna restricción en el caso de querer registrar civilmente a un bebé fruto de esta práctica, siempre que ésta haya sido en un país donde esté permitida (discriminando así a las familias con escasos recursos económicos) y uno de los padres sea español. Los padres también necesitaran una sentencia emitida por el país donde se haya realizado la práctica para asegurar que la pareja son realmente los padres del neonato.

En algunos países europeos, como Albania, Georgia, Holanda o Reino Unido, la maternidad subrogada está legalizada. En otros, sin embargo, se encuentra terminantemente prohibida. Un caso singular es el de Alemania, en el que únicamente está autorizada la “paternidad de un hijo nacido de otra mujer con la que no se tenga ningún tipo de relación” a través de la tramitación de la adopción. Esta jurisprudencia cambiaría en 2014, cuando el Tribunal Federal de Justicia Alemán reconoció a una pareja homosexual como los padres legales de un hijo por subrogación.

En Estados Unidos, sin embargo, la práctica de la gestación asistida es totalmente legal. Dentro de su marco judicial existe, expresamente, el reconocimiento filial de los padres mediante sentencia judicial. Para los norteamericanos, la cuestión no es nueva, ya que llevan tres décadas practicando este proceso. De hecho, está especialmente contemplada la posibilidad de que los padres sean homosexuales o solteros (familia monoparental). De la misma manera ocurre en Canadá, su país vecino.

En el otro extremo encontramos leyes muy restrictivas en Rusia, Ucrania o Georgia, donde el sentimiento homófobo tiñe, por desgracia, a toda la sociedad. Aunque la maternidad subrogada es legal, se excluye de ella a todos aquellos que no estén casados y sean heterosexuales. Concretamente en Ucrania, la gestación asistida gay es ilegal.

¿Cambiará el marco legal en España con estos datos? ¿Finalmente se paliará el vació legal existente?

Seguiremos informando.

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