La interoperabilidad clínica y su beneficio a todos los agentes del sector

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Los cambios epidemiológicos están provocando un incremento de la esperanza de vida y una mayor incidencia de enfermedades crónicas. Por eso, para garantizar la eficiencia de los servicios sanitarios y la calidad asistencial es fundamental apostar por la interoperabilidad de los sistemas tecnológicos, ya que ésta generará un beneficio para todos los agentes del sector sanitario, primando al paciente. Especialmente, si se contempla un modelo en el que al paciente se le otorga un rol protagonista, al reconocer su derecho de acceso a su información clínica. Así lo señala una encuesta realizada a expertos para el Estudio de Interoperabilidad en el sector sanitario. El paciente como actor principal, realizado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS); esta encuesta identifica que el impacto del modelo de interoperabilidad clínica en el paciente supone un beneficio de 4,9 sobre 5 (en una escala de 1 a 5 donde 1 significa un menor beneficio y 5 un máximo beneficio). En menor medida, se considera que se beneficiarán el resto de los agentes situando la nota media en un 4 (siempre sobre 5) en cada uno de ellos.

Para Manuel Vilches, director general de IDIS, “nos encontramos ante un desarrollo clave para la evolución de nuestro sistema sanitario, de tal forma que, cuando el paciente tenga acceso a sus datos y disponga de toda su información clínica, como auténtico propietario de ella, y los pueda compartir con el médico en el entorno que él decida, serán tanto el paciente como el facultativo quienes se beneficien de ella. Esta disponibilidad y acceso a la información generará un ahorro en el consumo de recursos sanitarios (evitando duplicidades y disminuyendo los tiempos de demora en general). Creemos que esa es precisamente la fórmula, garantizar la accesibilidad del ciudadano a su información clínica y favorecer que pueda compartirla con quien él mismo decida en cada momento”.

Parece que no hay dudas sobre que un modelo así redundará en una mejora asistencial y facilitará la corresponsabilidad del paciente en la gestión de su propia salud, algo que es sin duda imprescindible en los tiempos que corren. “En el sector privado algunos grupos hospitalarios y también algunas aseguradoras han llevado a cabo iniciativas en este sentido de la mano de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), favoreciendo la disponibilidad de la información, bien a través de carpetas personales de salud o por medio de portales específicos generados al efecto”, explica también el director general de la Fundación IDIS.

La interoperabilidad permite reforzar la coordinación entre los distintos niveles durante todo el proceso asistencial y facilita la movilidad del paciente dentro del propio sistema sanitario. Por otro lado, este modelo mejora la eficiencia de los procesos clínicos, contar con más información permitirá a los profesionales disponer de mayor evidencia clínica para realizar un diagnóstico más exacto y prescribir un tratamiento más específico y personalizado. Esto redundará sin duda en una disminución de la variabilidad clínica, un problema al que se enfrentan todos los sistemas sanitarios de nuestro entorno desde hace tiempo y, en ese sentido, el nuestro desde luego que no es una excepción. Con todo y con ello se lograría una mayor calidad asistencial que redundaría en una mayor seguridad para el paciente y en una mejora progresiva de los resultados de salud, que en definitiva constituye el objetivo fundamental, el más relevante de todo acto médico que se precie.

En la medida en que se consolide un escenario de interoperabilidad clínica y se vaya desarrollando de forma sincrónica con el proceso evolutivo natural del denominado Big Data y sus consecuencias en forma de elaboración de modelos predictivos que permitan extraer conclusiones válidas que mejoren los procesos y procedimientos actuales de actuación clínica, así como la implantación de modelizaciones en todo el proceso de I+D+i, podremos decir con rotundidad que estamos aprovechando todo el potencial que hoy en día nos ofrece la tecnología y que nos abre ya no las puertas del futuro sino las del propio presente. En este sentido, Manuel Vilches de nuevo hace hincapié “en que la legislación debe ir al ritmo de los tiempos que marca la innovación en materia de salud, favoreciendo la implantación de estas tecnologías, es fundamental que entre todos vayamos rompiendo las barreras que aun hoy en día continúan impidiendo que las TIC aplicadas a la salud aporten todo su potencial y beneficio al paciente que es en definitiva nuestra razón última y fundamental de ser”.

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