El cloruro de decualinio, una alternativa eficaz, no antibiótica y de amplio espectro para tratar las vaginosis bacterianas

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Los ginecólogos necesitan diagnosticar y tratar las vaginosis bacterianas de forma adecuada. Para ello, frente a los tratamientos antibióticos tradicionales, disponen de una alternativa eficaz con un gran nivel de evidencia científica, el cloruro de decualinio, un nuevo fármaco no antibiótico, con actividad bactericida rápida y un amplio espectro de acción, que incluye bacterias anaerobias, aerobias Gram+ y Gram-, hongos y protozoos.

“Es un fármaco que actúa de forma distinta a los antibióticos que tenemos y consigue un inicio de acción rápido y mantenido. Además, tiene un espectro de acción ampliado y garantiza la eficacia frente a distintos grupos de gérmenes que, en conjunto, causan las vaginosis o las vaginitis bacterianas. Al no ser antibiótico, tampoco genera resistencias, y su uso es seguro durante el embarazo y la lactancia”, ha señalado el doctor Jackie Calleja, del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Quirón de Madrid, durante la mesa Avanzando en el campo de las infecciones vaginales, celebrada en el XVI Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM 16).

Durante su ponencia titulada Innovación en el tratamiento de las vaginosis bacterianas, ¿sigue siendo necesario un antibiótico?, el Dr. Calleja se ha referido al cloruro de decualinio, comercializado como Fluomizin® 10 mg comprimidos vaginales, como “una solución eficaz y global” para tratar las vaginosis bacterianas. “Con el cloruro de decualinio, los síntomas de las infecciones empiezan a remitir a las 24-48 horas, y entre los 30 y 80 minutos se alcanzan concentraciones de fármaco capaces de inhibir el crecimiento bacteriano o fúngico”, ha explicado.

Frente a los antibióticos tradicionales, “su espectro de acción es más amplio, se recuperan mejor la flora y el pH vaginal, se puede utilizar durante el embarazo y la lactancia, es compatible con el uso de preservativos de látex y es de fácil administración”, ha destacado el especialista.  

Las vaginosis bacterianas, causadas por gérmenes anaerobios, son las infecciones vaginales más comunes que afectan a la mujer al representar el 40% de los casos, generan muchas consultas y suponen un problema en el día a día de los ginecólogos. Al contrario que las vaginitis por cándida, que aumentan el flujo y producen inflamación de la mucosa vaginal, prurito y escozor, las vaginosis bacterianas no presentan una sintomatología evidente –más del 50% de los casos son asintomáticos– ni son exclusivas de ninguna edad, lo que dificulta un diagnóstico y un tratamiento adecuado.

Por lo tanto, surge una necesidad de diagnosticar y tratar de forma adecuada estas infecciones, ha señalado el Dr. Calleja, sobre todo en las mujeres embarazadas, ya que las vaginosis bacterianas están asociadas a complicaciones obstétricas como parto pretérmino o abortos tardíos. “Hasta ahora teníamos alternativas muy clásicas, hay que evolucionar y avanzar en un camino distinto que mejore lo que tenemos, y ahí es donde entra el cloruro de decualinio”, ha subrayado el ginecólogo del Hospital Quirón.  

Además, según sus palabras, hay que desterrar mitos en torno a las vaginosis bacterianas, como que son infecciones de transmisión sexual –hasta el 20% de mujeres que no han tenido relaciones sexuales tienen episodios de vaginosis bacterianas–, o que haya que tratar a la pareja, ya que su beneficio no está demostrado.

Fluomizin® es un nuevo tratamiento local no antibiótico indicado para tratar la vaginosis bacteriana, con un espectro de acción amplio, por lo que es efectivo frente a los patógenos vaginales más frecuentes, incluyendo bacterias anaerobias, bacterias aerobias Gram+ y Gram-, hongos y protozoos. Los comprimidos se aplican por vía vaginal, una vez al día, antes de acostarse, durante 6 días consecutivos.

Es un fármaco antiséptico, con una actividad bactericida rápida, que reduce la sintomatología a las 24-72 horas tras su administración. Debido a su mecanismo de acción inespecífico, no se han reportado resistencias adquiridas al tratamiento.

Fluomizin® presenta generalmente una buena tolerabilidad por parte de las pacientes. Su efecto es local, a nivel vaginal, con una absorción sistémica insignificante, por lo que prácticamente no se han reportado efectos adversos sistémicos y puede ser utilizado durante el embarazo en cualquier trimestre y también en la lactancia.

Además, en estudios comparativos con tratamientos antibióticos, ha demostrado una menor tendencia a la aparición de candidiasis vulvovaginal postratamiento y a una mejor recuperación de la flora vaginal.

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