Era la primera vez que Susana Griso cruzaba el charco para ver a alguien, como ella misma revelaba. La presentadora viajó a Miami para pasar Dos días y una noche en casa de Marta Sánchez. Sin embargo, la entrevista ha sido de lo más sosa y aburrida. Y Griso sentenciaba “a pesar de todo lo bueno que a Marta le rodea, esta no acaba de ser feliz”.
Marta que enseño a Susana su casa, habló de la decisión que le llevó a comprar en Miami: “Me vine aquí con mucha incertidumbre. Me quedaba pendiente vivir en EEUU o Latinoamérica con mi carrera. Lo de ‘ir con la música a otra parte’ nos está pasando a muchos cantantes españoles.
En su columpio suele meditar “no pienses Marta”, se dice a sí misma. “Soy como soy y no finjo nada. Eso es lo que la gente valora”. Marta asegura que compró su casa porque los alquileres son muy altos allí, además, le hace tener una responsabilidad y dejar un patrimonio a su hija Paula. Durante el paseo en barco que se dio con Susana en Dos días y una noche, explicaba que consiguió la visa de trabajo por talento: “aquí no tengo enchufes de nada”.
Marta dice sentirse orgullosa de “haber tirado para adelante”. No suele ir mucho por su tierra natal, Galicia, porque según ella, le produce mucha nostalgia “me cuesta pisar esa tierra. Lloré mucho allí” comentaba a Griso. Sobre su casa de Miami revelaba una primera atracción: “cuando vi la puerta, se me ‘tiró encima’ como un Cristo. Una amiga me dijo que esa casa me necesitaba a mí”. Tan solo se plantea volver a España cuando no sea feliz, y señala que mucha gente critica sin saber y piensa que allí “viven la vida loca”. Sin embargo, no es así “yo siempre estoy trabajando y luchando por el día a día. Soy una mujer bastante sencilla, y voy haciendo como una hormiguita”.
Se adentraba la entrevista de Dos días y una noche en los momentos más duros de su relato con la muerte de su hermana: “Cuando se fue mi hermana tuve un bache, me revelé. Ella era la estudiosa, la prudente, y tenía mucho sentido del humor. Había mucho que aprender de ella. No la oí quejarse nunca. Me llevé un palo cuando me enteré de que yo no era compatible para donar. Era mi fan, pero también me regañaba mucho”.
Para Marta, “el cáncer es un gran negocio. Me quitó a mi hermana gemela y muchos amigos. A mí me dieron un gran susto con un quiste que resultó benigno. Di con una pareja de médicos que me querían abrir en canal y me dijeron que me quedaría en silla de ruedas”, aseguraba. Susana Griso le preguntaba también por su padre: “mi padre era un lord inglés. Le contesté solo mal dos veces y las dos lloró. Era un hombre muy sensible. Fue determinante para él, oírme con Bocelli. Y que mi padre me aprobara como cantante era muy importante para mí”.
¿Qué hay de su imagen de sex symbol? “Nunca me han gustado mucho las curvas” contestaba Marta a Susana. “Me gustan las figuras delgaditas con poco pecho. Siempre he tenido complejo de tetona, se metían conmigo los chicos en la pandilla”. Marta seguía su relato en Dos días y una noche: “La resaca de sentirse admirada es dura. Luego tienes que dar la talla. Pero quizá ahora, estoy hasta más guapa que en otras épocas. Es una etiqueta que yo no elegí”. Y comentaba “he sufrido solo una vez en el amor. Creo que me enamoro demasiado deprisa sin antes conocer un poco más. Es determinante sin lugar a dudas, mi profesión y quién soy yo. Al sexo opuesto no le suelen gustar las mujeres fuertes”.
“Mi mejor amiga dice que crio monstruos. Me encanta mimar y voy a seguir haciéndolo, aunque me salga mal una y otra vez” descubría Marta. “Me da miedo la soledad al fin del viaje. Cuando mi hija se vaya, me moriría si me quedo sola. A mí se me complace súper fácil y se me cabrea fácil también. Se me complace con beso y un mimo. Y me cabrea la gente que no tiene iniciativa”.
Susana Griso tras ver a Marta cantando en un concierto en Dos días y una noche, se preguntaba “¿con ese don, por qué está tan pendiente de lo accesorio?” y se permitió darle dos consejos: “que disfrutes más de la vida, no lo controles todo. Y créetelo”. Marta contestaba “hay una cosa que se llama inseguridades y yo tengo algunas en el bolsillo. En el fondo, hay mucho de insatisfacción conmigo misma y crees que puedes hacerlo mejor”.
Uno de los hechos que más llamaron la atención de los espectadores que seguían el hashtag del programa en Twitter, es que un guarda de seguridad no deja entrar a Marta a su propio concierto, donde colaboraba con Rosario. Griso concluía “nunca había tenido tantas ganas de abrazar a un entrevistado. Ella pedía cariño y yo se lo he dado”.
Más vídeos en Antena3
Seguiremos Informando…
