Mujeres ejecutivas: la mejora continua

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Aumenta cada día, afortunadamente, el número de mujeres ejecutivas, tanto independientes y autónomas como integradas en estructuras empresariales de mediano y gran tamaño. Estas mujeres, por regla general, tienen éxito en su profesión, pisan firme y saben muy bien lo que quieren. Desde muy jóvenes han generado un espíritu muy competitivo y entran de lleno en una dinámica de mejora continua. Como parte de esta dinámica, muchas de ellas pasan por un proceso de coaching para mejorar sus resultados y, lo que es más importante: elevar el nivel de su autoconocimiento. Esto, sin duda, les supone una nueva perspectiva para trabajar juicios, prejuicios y creencias que pueden limitar su fluir.

Si bien es cierto que el machismo es cada vez menor en nuestra comunidad, la mujer directiva aún necesita una fuerte dosis de confianza para enfrentarse a este estado de cosas. Aunque las mujeres a menudo han de demostrar mucho más que los hombres, especialmente para llegar a puestos de responsabilidad, el proceso de coaching las conduce a ver con claridad que el reto no es imposible. La mujer posee, sin duda, un magnifico nivel de inteligencia emocional, de capacidad para la escucha empática y gran habilidad para la creación de contexto. Mediante el coaching pone todos estos elementos en valor para aprovechar al máximo su pensamiento lateral.

Toda mujer, directiva o no, lleva dentro de sí una madre, una hermana, una amiga, una hija y hasta una abuela. Y tiene la pasmosa habilidad de combinarlas a todas. Es por eso que un buen proceso de coaching le ayuda a marcarse unas metas profesionales que la lleven a tener una clara dirección de avance compatible con todos sus roles. A menudo la mujer profesional y sobre todo la integrada en una estructura empresarial, ha de luchar con una de sus posibles limitaciones: No saber decir que no. García Márquez decía que “lo más importante que aprendí a hacer después de los 40, fue a decir no cuando es no”. Es este un aprendizaje que el cliente, sobre todo el femenino, considera de gran importancia en su crecimiento hacia su mejor versión.

Hoy día la mujer trabajadora está perfectamente preparada, comunica bien tanto en público como en privado y tiene gran seguridad en sí misma. Tan solo se debe preparar para la multitarea a la que a veces se enfrenta: trabajo, hogar, pareja, hijos, amistades, entorno,… Es normal tener momentos de debilidad y cansancio y debe aprender a trabajar su vulnerabilidad. Ya este tema ha dejado de ser cuasi exclusivo del varón para formar parte también de la vida de la mujer directiva.

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