Dicen que depilarse la zona íntima hace que parezca más limpia, a la vez que estética. Un hecho que nace de un canon social y que nos hace sentir la necesidad de erradicar ese vello que nos sobra, sea del modo que sea. ¡Pelos fuera! Lo que nadie sabe, y para eso contamos con nuestra experta, la Señorita Blume, es que este rasurado completo de nuestras partes delicadas puede ocasionar diversas complicaciones.
Y es que, tras el depilado de las inglés o el pubis, y con el paso del tiempo, este pelo retirado inicialmente vuelve a crecer, rompiendo la piel para poder salir al exterior. Esto genera esa sensación, que todas conoceréis, de picor que nos lleva a estar horas rascándonos de forma incesante, y disimulada, la entrepierna. Un defecto al que puede unirse, de tener la piel reseca, o con un grosos excesivo, el enquistado e infección del folículo tras la extirpación del pelo.
¿Cómo podemos evitarlo? La solución no es dejar de cuidarse la zona, y su vello, sino ser precavido. Nuestra experta te da unas recomendaciones:
- Empleo un método que elimine el vello de raíz.
- Nunca afeites la zona.
- Deja a un lado las cremas depilatorias que puedan irritarte.
- Hidrata y limpia la piel… ¡Y exfoliala!
- Usa un gel especial, que podrás encontrar en farmacias.
- Tras la depilación, evita la ropa ajustada, el calor excesivo y las actividades físicas (si quieres ahorrarte irritaciones innecesarias).
Además, sin vello podemos sufrir heridas durante la fricción de las relaciones sexuales, entre otras muchas cosas. Pero no todo son desventajas. Existen unos beneficios que son:
- La sensibilidad en la zona es mayor, por lo que crece el placer sexual. Además, facilita el sexo oral.
- Además, si es cierto que es más cómodo… ¡Y más estético!
¿Qué método es mejor? Sin duda el láser, ya que elimina el folículo, por lo que el vello no vuelve a salir. Esto significa… ¡Cero infecciones! Con todo… ¿Te hace una depilación? Eso sí, con cuidado.
Seguiremos Informando…
