La imagen de Enrique Peña Nieto vive sus horas más bajas

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La comunicación política del Gobierno mexicano tiene varios frentes abiertos. Y es que el presidente mexicano Enrique Peña Nieto no está en uno de sus mejores momentos, debido a unos bajos índices de popularidad y una mala relación con gran parte de la prensa. También, ha sido criticado por ser demasiado benevolente frente a los ataques de Donald Trump, candidato republicano a la Casa Blanca y que ha hecho de México el centro de todas sus ofensivas en su discurso político. Sin embargo, ahora se enfrenta a una de las pesadillas de todo gobernante, al ser acusado de amañar unas elecciones.

Ha sido el hacker colombiano Andrés Sepúlveda, quien ha afirmado en la revista Bloomberg Businessweek, que en 2012 lideró a un equipo de informáticos financiado por el PRI, partido que apoyaba a Enrique Peña Nieto como candidato presidencial y cuya labor principal era sabotear las campañas de sus oponentes el izquierdista del PRD Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota, de la derecha del PAN. “Con un presupuesto de 600.000 dólares, el trabajo realizado para la campaña de Enrique Peña Nieto fue por lejos el más complejo” se extrae de la publicación, con los que los “hackers robaron estrategias de campaña, manipularon redes sociales para crear falsos sentimientos de entusiasmo y escarnio e instaló spyware en sedes de campaña de la oposición”.

La reacción del Gobierno de Enrique Peña Nieto

Desde Presidencia han reaccionado emitiendo un comunicado donde señalan que “rechazamos cualquier relación entre el equipo de la campaña presidencial de 2012 con Andrés Sepúlveda”. Igualmente “rechazamos el uso de la información y metodologías planteadas por dicho artículo”, confirmando que “la planeación, dirección y ejecución de dicha campaña presidencial fue realizada por dirigentes, militantes y simpatizantes del Partido Revolucionario Institucional”. La nota del Gobierno de Peña Nieto concluye reafirmando que “las acciones de dicha campaña se sujetaron a los lineamientos y restricciones establecidos en la legislación electoral vigente para aquel proceso”, por lo que “el triunfo de nuestro candidato presidencial obedece, única y exclusivamente, al respaldo libre, informado y mayoritario del electorado mexicano”. Una declaración que intenta rebatir las declaraciones de Sepúlveda, que se encuentra cumpliendo una condena de diez años de prisión en Colombia y que ha conseguido dejar tocado a un Enrique Peña Nieto en horas bajas.

Seguiremos Informando…

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