La compañía de comida a domicilio Domino’s Pizza ha creado a DRU, el nuevo repartidor de pizzas robótico. Con una autonomía de más de 20 kilómetros, este simpático vehículo está diseñado para repartir hasta diez pedidos diferentes, manteniendo caliente la comida y fría la bebida. El robot, que está siendo probado en Nueva Zelanda, cuenta con el beneplácito hasta del Gobierno, que planea cambiar su legislación y cubrir el vacío legal existente sobre vehículos autónomos.
Domino’s Pizza es consciente de qué quiere el consumidor cuando acude a ellos. Una pizza caliente y unos refrescos bien fríos, siempre a tiempo. Con esta premisa, el estudio de innovación D-Lab de la compañía ha trabajado a fondo junto a Marathon Robotics, empresa conocida por el desarrollo de robots y drones militares, para sacar adelante este robot autónomo, capaz de sortear obstáculo y llevar el pedido a su destino en las condiciones más óptimas.
DRU (Domino’s Pizza Unit) es un pequeño robot de apenas un metro de altura, con cuatro ruedas que le permiten deslizarse por cualquier superficie y sortear todo tipo de obstáculo. El vehículo cuentas con sensores, creado de forma idéntica a los robots militares de reconocimiento de terreno. Con dos compartimentos separados, DRU es capaz de preservar la temperatura caliente de la comida y la fría de la bebida. El usuario sólo tiene que marcar su número de pedido y disfrutar.
No es la primera vez que la gran empresa de pizzerías sorprende al mundo con revolucionarias maneras de realizar sus repartos. Tras cuatro años de intenso trabajo, presentaron en la Estados Unidos el Domino’s DXP (Delivery eXPert), un coche de la marca Chevrolet que cuenta con un horno integrado, capaz de albergar más de 80 pizzas en su interior. Mientras el repartidor lleva tu pedido a casa, la pizza se va cocinando. Una idea brillante e innovadora que está triunfando en ciudades como Boston, Detroit, Houston, Nueva Orleans o San Diego.
Aún no se sabe si DRU tendrá el mismo o más éxito que el Domino’s DXP, pero el proyecto está entusiasmando tanto al Gobierno neozelandés que está estudiando la posibilidad de cambiar su legislación sobre vehículos autónomos, un terreno totalmente desconocido hasta el momento. Este prototipo está fascinando tanto a la comunidad tecnología y a la sociedad en general, que no nos debería extrañar si en poco tiempo las calles se inundan con una gran legión de DRU’s.
Seguiremos informando…