El miedo a emprender

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La palabra emprender podría perfectamente aparecer en el diccionario al lado de la palabra miedo. Da igual lo que emprendas, un cambio de residencia, un negocio, la decisión de tener un hijo… Pasar de lo conocido a lo deseado produce mucho miedo. Son muchas las razones para no hacerlo, para dar un paso atrás, para tirar la toalla, porque los miedos (al fracaso, al ridículo, a no llegar a fin de mes, a no ser lo suficientemente buen@ y a mil y una cosa más) están ahí al acecho esperando a convencerte de cualquier forma de que lo tuyo es una locura. 

Emprender es una montaña rusa emocional

Así que, por todas las personas que trabajan por sus sueños, porque no es fácil pero sí es muy bonito… Aquí van las 3 claves para aprender a gestionar los miedos, para poder decir sí a nuestros sueños aunque nuestros miedos se empeñen una y otra vez en que la respuesta sea un no…

  1. Existen muchos motivos para no hacerlo, encuentra la razón para hacerlo: Los miedos son unos grandes argumentadores y te darán mil y una razones para que no lleves adelante ese proyecto. Cuando decidiste hacerlo fue porque soñabas en conseguir algo. Tuviste una razón de peso suficientemente grande como para dar el primer paso. Haz un mural con ese sueño. Diseña tu futuro, lo que quieres conseguir, la razón principal por la que dijiste sí a tu sueño… Y tenlo a mano siempre para que los miedos no te pillen desnuda ó desnudo los días que te quieran hacer dudar, para que cuando los miedos aparezcan, te pillen con una contraoferta de buenas razones por las que seguir adelante.
  2. Rodéate de gente maja y profesional que sume: Emprender, estar sol@ y hacerlo todo tú no pueden ir de la mano. Porque a largo plazo es agotador. Rodéate de personas que estén en el mismo camino que tú, comparte experiencias y crea colaboraciones. Tus miedos son muy parecidos a los que tiene cualquier otra persona que está en un proyecto similar al tuyo. Y juntas podréis vencerlas con mucha más fuerza. Yo he pasado (y sé que volveré a hacerlo) por esa crisis existencial de querer dejarlo todo. Gracias a encontrarme, reunirme, tomar café con pastas y diseñar talleres colaborativos con otras mujeres emprendedoras hoy sigo aquí escribiendo estas líneas, diseñando talleres, soñando en grande y actuando en pequeño para conseguir lo que siempre quise. Y como dice el refrán, sola llegarás antes, juntas llegaremos más lejos.
  3. Emprende a tu medida: Si empiezas a notar que alguno de tus miedos te está paralizando en exceso busca soluciones. ¿Miedo a no llegar a fin de mes? Quizás ha llegado el momento de compatibilizar tu proyecto profesional con otro trabajo a terceros a tiempo parcial que te asegure unos ingresos mínimos. ¿Necesidad de pasar más tiempo rodeada de otras personas? Quizás puedas hacerte un calendario con actividades donde conocer a gente parecida a ti en actividades que te interesen.

Haz una lista de tus miedos y busca posibles soluciones. Abarca uno a uno, sin prisa y sin pausa. Recuerda que no hay una única forma de emprender y que puedes (y me atrevería a decir que debes) customizar tu emprendimiento a tu medida para que sea sí o sí factible a largo plazo.

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