¿Snapchat es tan segura como nos hace creer?

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Snapchat está de moda. Su sencillez, unida a la seguridad que nos reporta el que todo lo que subido se elimine a las 24 horas, hace que sus usuarios lleguen a subir a ella lo que en otras no compartirían jamás. Sin embargo, y como bien lleva advirtiendo Kaspersky desde hace varios años, nuestros contenidos no son invulnerables en ella. De hecho, es más sencillo de lo que parece el que acaben en las manos equivocadas. Para los hackers, saltarse los distintos muros impuestos por sus creadores es como, en muchos casos, cortar mantequilla con un cuchillo. Por eso, antes de que el material que publiquemos en nuestro perfil llegue a personal ajeno a nuestros deseos, queremos que tengáis en cuenta estas recomendaciones… ¡Por qué sino los usuarios no nos ponemos…!

El borrado no siempre es a las 24 horas

Lo primero, debemos partir de la idea de que, a pesar de que Snapchat te garantiza que el contenido no sale de su plataforma y que, tras 24 horas, desaparece de ella, la compañía en las condiciones especifica que pueden hacer una copia de hasta el último ápice de material que se vierta en ella. Así, aunque lo normal es que no se queden con nada, tienen la opción lo que genera ya la incertidumbre. Además, y como bien comenta Kaspersky, a pesar de que su estancia es temporal, con un mero ‘pantallazo’, la fotografía que podamos haber subido y que se borra al día, podrá continuar activa en otra red social en la que, seguro, son más laxos con la permanencia del mismo. Por eso, os recomendamos una regla que dice: “Lo que no subiría a otra Red Social… ¡A Snapchat tampoco!

Cambia la contraseña… ¡Y vigila a quien aceptas!

¿Se puede evitar esto? Nunca estaremos 100% a salvo en Snapchat pero, por ejemplo, podremos protegernos un poquito si cambiamos, cada cierto tiempo, la contraseña. Es una medida que, si bien se debe aplicar a todas nuestras aplicaciones y servicios, en las redes sociales debe tenerse más cuidado ya que en ellas, por moda, subimos de todo de forma indiscriminada. También debes tirar de originalidad al ponerlas, o lo que es lo mismo, una vez uses una y la retires, no la recicles. Tampoco uses algo especialmente apegado a ti. Es lo primero que prueban los cibercriminales. Con todo, no sólo debemos revisar la contraseña. Y es que, por muy segura que esta sea, una vez dentro, hemos de mantener los ‘mil ojos’ alerta. ¿El motivo? Los “malos” trataran de acceder a ti con cuentas falsas. Por eso, Kaspersky argumenta que debemos controlar nuestra lista de amigos. Si no, nos encontraremos, a menudo, frente a los llamados ‘spambot’. ¿Ante la duda en una solicitud? Rechazar…. ¡Siempre!

Atentos a los ajustes de privacidad

Si hay algo que puede cerrar el acceso a indeseables a nuestro perfil de Snapchat es tener ajustados al milímetro los ajustes de privacidad. Son los guardianes de nuestra intimidad. Si dudas de que pueda haber alguna fisura en ellos, sólo tienes que acceder y confirmar que en la pestaña ‘Mi Historia’ sólo compartes tus contenidos con tus contactos (tras haberlos revisado, como te hemos dicho previamente). Además, y como último consejo, no conectes Snapchat a terceras plataformas si quieres que tu material siga a salvo. Si lo haces, puedes engordar el catálogo de casos entre los que destaca, por ejemplo, el de The Snappening, en el que, por un descuido (originado por una conexión a una ‘app’ ajena) se subieron 90.000 fotos a SnapSaved.com (muchas de ellas era sensibles). De hecho, si miramos bien las condiciones, Snapchat nos recomienda no mezclar.

Seguiremos Informando…

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