Reporteros Sin Fronteras: el periodismo a punta de pistola se asienta en América Latina

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Durante el último año, ha aumentado el clima de tensiones en el mundo del periodismo, que se ha visto afectado por la creciente influencia de los Estados y de los intereses de entidades privadas en los medios de comunicación. Así se extrae de la edición 2016 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, que acaba de publicar Reporteros Sin Fronteras y que “muestra las posiciones que ocupan 180 países según el margen de acción de sus periodistas”. Según la organización, América vive uno de sus peores momentos en cuanto a la libertad de prensa, motivado por “las crecientes tensiones políticas”, donde “la recesión económica, la incertidumbre sobre el futuro y los repliegues comunitarios” afectan también la labor de los profesionales de la información.

Costa Rica es el primer país de la región que aparece en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras, dentro de los diez primeros a escala mundial. Se trata de los pocos territorios que reconoce la profesión periodística, con una legislación favorable para el periodista que le permite el acceso a la información. Le siguen Jamaica en el puesto 10, y Canadá retrocede hasta el 18º a consecuencia de una restricción en la libertad de prensa durante el mandato del Primer Ministro Stephen Harper. Mientras que Uruguay, Surinam, la Organización de los Estados del Caribe y Chile mejoran sus posiciones respecto a la clasificación del año anterior.

Reporteros sin Fronteras: México, Colombia y El Salvador son los países más violentos

Reporteros sin Fronteras destaca que uno de los principales problemas en América es el control que ejercen las autoridades sobre los medios de comunicación. Es el caso de Panamá que se encuentra en el puesto 91 y donde la información continúa controlada parcialmente por el Estado. En Venezuela (139º) la prensa de la oposición y los medios de comunicación independientes siguen siendo reprimidos por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Por su parte, en Cuba (171º), el régimen de Raúl Castro controla casi por completo la información de los medios de comunicación y en Estados Unidos (41º), la vigilancia a través de Internet y las redes sociales afectan al trabajo de los periodistas.

Pero ha sido en los últimos tiempos cuando se ha recrudecido la violencia hacia los profesionales de la información. Gran parte de los países de Centroamérica sufren “los estragos del crimen organizado de los cárteles, grupos paramilitares y narcotraficantes”, por lo que el trabajo de investigación se ha vuelto casi imposible y muy peligroso y, por ejemplo, “México (149º) está marcado por una larga serie de asesinatos de periodistas, crímenes relacionados con la corrupción y el narcotráfico”. Sin embargo, el mayor descenso en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras corresponde a El Salvador, que pierde 13 posiciones (58º) debido a la violencia de los cárteles, que ha provocado un deterioro en la libertad con el ascenso al poder de Salvador Sánchez Cerén, quien acusó a los medios de comunicación de participar en una “campaña de terror psicológico” contra su gobierno.

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