Mirando p’a Cuenca: ¿De dónde proviene esta expresión?

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En el sexo, existe una expresión que, tanto en broma como en serio, todos hemos escuchado. Viene acompañada por “La puse”, “Me puso” o Te voy a poner”. Nos referimos a: Mirando p’a Cuenca. Sin embargo, estamos seguros que todos aquellos que la usan no conocen su procedencia. Es de esas frases que están el argot del uso indiscriminado. Nosotros, de la mano de Señorita Bluma, vamos a despejar la duda. ¿De dónde viene?

En primero lugar, hemos de advertir que existen dos versiones al respecto. La primera es más simple y responde a la posición y, sobre todo, a la localización durante el coito. De hecho, se ha cambiado un poquito, ya que la original sería “Poner mirando a la Meca”. Algunos abogan que tiene que ver con la postura que adoptan los musulmanes a cuando se disponen a rezar, la cual es la que se conoce hoy como “a cuatro patas”. Partiendo de esto y teniendo en cuenta que si trazamos una línea que parte de Madrid y termina en la Meca, pasamos por cuenta… ¡Sí o sí! Todo está dicho.

Nuestra experta la conoce pero, en su opinión, la segunda es más fiable. Data de la época de Juana la Loca y Felipe el Hermoso (en el Siglo XV). En esa era, la Corte de Castilla contaba con una amplia participación de conquenses. Así, dice la leyenda que ordenó fabricar un observatorio con el que poder conocer la dirección de las ciudades del Reino de Castilla. Un lugar que, una vez levantado y ante el poco gusto de la reina por esta disciplina, se quedó como picadero de Felipe. Con esto, cuando el monarca deseaba tener relaciones con una chica procedente de Cuenta, justificaba sus visitas a su rincón alegando que la iba a poner… ¡Mirando a….! Además, y como todo se pega menos la hermosura (dice el dicho) su guardia también la empleaba al visitar los distintos burdeles de la zona. Esto hizo que se extendiera como la pólvora… ¡Y hasta hoy!

Seguiremos Informando…

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