Siempre han estado en el punto de mira por las injerencias políticas que sufren muchas de ellas. Las críticas por su dudosa imparcialidad son feroces y algunas constituyen más canales al servicio del gobierno de turno que medios de comunicación. Estamos hablando de las televisiones autonómicas, un sector que no para de sufrir malas noticias en los últimos años.
En primer lugar por la reducción drástica de sus plantillas como en el caso de Telemadrid o incluso por el cierre de otras como Canal 9. Pero la crisis que viven las televisiones autonómicas públicas agrupadas en la FORTA se extiende a más ámbitos como, por ejemplo, su audiencia y consecuentemente sus ingresos por publicidad.
Porque no es nuevo la importante bajada de audiencia que han vivido este conjunto de cadenas de televisión autonómicas en los últimos años. Atrás quedan los años de bonanza y donde los espectadores seguían de manera destacada estas televisiones por su cercanía y por la variedad y calidad de sus formatos. Ahora la audiencia parece haber perdido la confianza en estos medios y se decantan más por las cadenas generalistas o las temáticas de la TDT que también les han robado parte de sus seguidores. En lo que va de mes de abril y en el acumulado hasta ayer la FORTA sumaba una media del 7,5% de share.
En cuanto a los ingresos por publicidad las cosas no van mucho mejor. Según el indicador Infoadex conocido la pasada semana las televisiones autonómicas han perdido un 8,5% de sus ingresos por publicidad hasta marzo, es decir, que han pasado de los 31,4 millones de euros en el primer trimestre de 2015 hasta los 28,7 millones del presente año.
Todo ello teniendo en cuenta que el soporte televisión en términos globales creció un 5,6%. La cuota de mercado de las autonómicas también se ha reducido en el primer trimestre y se ha quedado en un 5,8% cuando en el mismo periodo del pasado año esta cifra alcanzaba el 6,7%.
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