La Sociedad Española de Trasplante (SET) incorpora a todos los profesionales sanitarios involucrados en el proceso del trasplante: intensivistas, inmunólogos, infectólogos, cirujanos de las diferentes especialidades, radiólogos, hepatólogos y nefrólogos, entre otros muchos. En palabras del Dr. Valentín Cuervas-Mons, presidente de la Sociedad Española de Trasplante, “una de las particularidades de esta sociedad es que, teniendo como objetivo principal la formación continuada, es un apoyo crucial cuando los avances se presentan en tantos frentes distintos, con frecuencia de forma simultánea”. Por ese motivo, la SET pone a disposición de todos los miembros una serie de actividades entre las cuales el Dr. Cuervas-Mons destaca los cursos para los socios más jóvenes, incluyendo máster, postgrados y cursos online en su campus virtual.
En los últimos años, el número de socios ha experimentado un crecimiento muy acusado, hasta llegar a los 1.100 actuales, una cifra que no deja de crecer. Ante la estabilización de la tasa de donaciones por muerte cerebral, los expertos en este campo analizan estos días en el IV congreso de la Sociedad Española de Trasplante las técnicas que permitirán seguir dando respuesta a las necesidades de los pacientes que esperan un trasplante. Entre las principales, objeto de debate en este encuentro, el Dr. Cuervas-Mons destacaba la donación en asistolia, el trasplante renal de donante vivo, como los trasplantes AB0 incompatibles y los cruzados, entre otros.
Formación desde una perspectiva internacional
La Dra. Nancy Ascher, directora del Departamento de Cirugía de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) y presidenta electa de la Sociedad Internacional de Trasplante (TTS), que ha sido distinguida como miembro de honor de la Sociedad Española de Trasplante en una ceremonia celebrada este sábado, repasó las claves de la formación desde la perspectiva estadounidense. “Es un entorno muy competitivo, en la UCSF la tasa de admisión para los programas de formación en cirugía ronda el 6%”, indicaba.
La Dra. Ascher fue la primera mujer cirujano que realizó un trasplante hepático en el mundo y dirigió un programa de dicho órgano. La sesión plenaria dedicada a la formación, moderada por los Dres. Daniel Casanova, presidente de la División Europea de Trasplante de la UEMS (Unión Europea de Médicos Especialistas) y Fernando Pardo, presidente de la Sociedad Española de Trasplante Hepático (SETH), también contó con la participación del Dr. Vassilios Papalois, secretario general de la UEMS y de la Sociedad Europa de Trasplante (ESOT).
El Dr. Papalois declaró que todos los países europeos están en deuda con España porque ha sido el buque insignia en el campo de los trasplantes en los últimos 30 años y desgranó la actividad de la UEMS, que cuenta con el apoyo de 43.000 cirujanos distribuidos por toda Europa en su labor formativa y a favor de la excelencia clínica.
En su opinión, la nueva realidad europea, con sistemas sanitarios interdependientes y libertad de circulación de profesionales sanitarios, exige un nuevo modo de abordar la formación de los especialistas en trasplante. Él propone la colaboración en iniciativas formativas, y sugiere que se pongan en marcha lo antes posible, “ya que según una previsión de la Comisión Europea, en el continente faltarán un millón de profesionales sanitarios para satisfacer las necesidades de la población”.
El modelo de registro suizo de pacientes, un ejemplo a seguir
El Dr. Oriol Manuel, responsable de la Unidad de Enfermedades Infecciosas en Trasplante en el Centre Hospitalier Universitaire Vaudois (CHUV) en Lausana, ha presentado el estudio nacional suizo de la cohorte de trasplante de dicho país. Dicho registro, con una amplia base de datos en la que se han incorporado los datos clínicos de todos los pacientes sometidos a un trasplante, en alguno de los seis centros que realizan trasplantes en el país, con 3.500 en total, no tiene precedentes comparables.
Según explica este especialista, se han llevado a cabo registros, con mucho éxito, en áreas concretas, como trasplante de pulmón o infecciones en trasplante, para su posterior utilización en investigación. La particularidad del registro suizo es que comprende las historias desde el momento del trasplante, con seguimiento a intervalos de seis meses, y se mantienen hasta la actualidad, e incluyen estudios genéticos, muestras de tejidos e incluso aspectos psicosociales, “un aspecto particularmente novedoso”, señala el experto.