En la España de Rajoy y tente tieso nos hemos acostumbrado a medir a todos los políticos por el mismo rasero, y, como la experiencia demuestra, no todos los seres humanos son iguales, y gozan de sensibilidades distintas. Conocemos en nuestro entorno profesionales que son incapaces de apostar por no aparecer, y otros que se prostituyen por platós de las distintas alquiladas TDT´s, y que acaban siempre en los papeles. Luego podemos decir que en todos sitios cuecen habas.
Acostumbrados a ver como los políticos, muchos políticos del Partido Popular (PP) se esconden y no quieren opinar de nada, nos llama la atención ver como ha habido políticos en el PP, en lugar destacado la ex senadora Ana Torme, que agarró los papeles y se los llevó a la Fiscalía Anticorrupción por si eran constitutivos de delito. Hoy desfilan nuevos políticos por los juzgados explicando el origen ilícito de sus bienes. Comparable a los honorables del 3%. En España tiene que haber una ley de punto final con la Corrupción, porque si hacemos cuentas de todo lo robado, lo injustificado, lo no devuelto, estaríamos a la cabeza de los países más ricos de la Tierra.
Pedir a la clase política que aprenda de la que fue senadora del PP, Ana Torme que ha dado un claro ejemplo de honradez, sobriedad y saber estar a unas filas que despiden en diferido a sus trabajadores más ilustres.
