Los periodistas, lo último que importa a los editores

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El sábado se cerraba el ERE de Unidad Editorial en 160 despidos, un acuerdo calificado de un éxito por los sindicatos del Grupo tras reducir las salidas en 64 despidos. Evidentemente cuando más despidos se eviten hay más motivos para celebrar, pero también es cierto que el ERE deja a El Mundo, Marca y Expansión en mínimos y a Radio Marca, La Aventura de la Historia, El Mundo Baleares y Actualidad Económica a un paso de la desaparición. Después de un mes de duras negociaciones y tres huelgas de 24 horas sólo queda una cosa clara: para los editores lo menos importante son los profesionales de la información.

Lo más grave es que la situación de Unidad Editorial no es la única y probablemente se repetirá en lo queda de este largo 2016. Durante el primer trimestre vimos como Vocento despedía a un centenar de trabajadores con la única justificación de que la publicidad había caído de manera alarmante en la primera parte del año. Esto demuestra que las empresas periodísticas siguen utilizando a sus plantillas como la única estrategia para reducir costes. Ello, a pasar de los cientos de despidos que se han producido en los últimos siete años y de los buenos resultados económicos del 2015 para la prensa.

La opinión de todos los analistas apunta a que este 2016 será muy duro para la prensa por lo que no es extrañar que se sigan sucediendo los despidos. Miramos con atención lo que pueda pasar en Prisa donde los buenos resultados de comienzo de año no son garantía de que se descarten oficialmente los despidos. De hecho, fuentes dentro del Grupo apuntan a que a finales de año y con las celebraciones del 40 Aniversario de El País ya olvidadas, comiencen a realizarse despidos puntuales.

Es una vergüenza, porque pase lo que pase, en los buenos y en los malos tiempos, siempre sobran periodistas en los grandes grupos de Comunicación. Y lo que es más grave, sobran los periodistas que cobren salarios dignos. Y es que el penúltimo eufemismo para despedir trabajadores en Unidad Editorial, Vocento y Prisa, es la reconversión digital. Los editores dicen que los redactores de toda la vida no se adaptan a las nuevas narrativas ni tecnologías y que hay que fichar a nuevos valores. La realidad es que estos inadaptados periodistas tienen la mala costumbre de cobrar más de dos mil euros y lamentablemente los nuevos cobrarán bastante menos. Es la nueva realidad de los periodistas, lo último que importa a los medios… y a sus editores.

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