Principios frente a ilegalidad: Paz Vega, Stany Coppet y Jesús Castro nos presentan ‘Perdóname Señor’

Reparto principal de 'Perdóname Señor'
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BARBATE. El viento sopla con moderación en la terraza de La Jaima de Los Caños de Meca ante la cuidada mirada del equipo de producción. Al de levante no le gusta bromear, algo que obliga a extremar las precauciones en cada secuencia. Todos saben que los detalles pueden ser cruciales y nadie quiere fallos innecesarios más allá de los que arrojan las olas en su sonora y brava ruptura a la orilla del mar. Bajo un clima zen Telecinco graba en este enclave mágico y en sus alrededores la miniserie Pérdoname Señor, una ficción de ocho capítulos en la que se combinan los dramas sociales como el tráfico de drogas con las tramas personales y los amores sin resolver. Unos ingredientes que pueden derivar en un cocktail explosivo perfecto.

Los protagonistas, a examen 

Al frente del reparto encontramos a Paz Vega en el papel de Lucía. Impresiona ver la silueta de la actriz a su llegada a la entrevista. La propia Vega reconoce que no ha buscado “ir disfrazada”, sino un personaje “cercano a la realidad”. Caracterizada como una monja de estilo tradicional Lucía siente la necesidad de visitar su Barbate natal antes de partir a un destino lejano como misionera. Ha estado alejada los últimos 20 años de su entorno, un periodo en el que ha escalado puestos dentro de la orden a la que pertenece gracias a un importante sacrificio y una plena dedicación que ahora puede tirar por la borda. Y es que su retorno no va a ser todo lo efímero que se esperaba y “por primera vez en su vida siente una llamada de Dios” que la empuja a permanecer allí para solucionar todos los asuntos pendientes. En esta misión tan personal la lucha con sus principios morales le causarán un torrente de conflictos difíciles de retener.

Una de esos asuntos pendientes de los que nos hablaba Paz Vega es Bruno, su amor de juventud interpretado por Stany Coppet y un hombre que no coincide con Lucía desde hace dos décadas. Una casualidad será el responsable de este reencuentro. Lo que no se esperaba la religiosa es que Bruno hubiese cambiado tanto en este tiempo. Coppet explica a los medios que ha pasado de ser “un correcto hijo de diplomáticos” para convertirse en uno de los capos y de los mayores narcotraficantes de la zona. Además, regenta un local de alterne llamado Oasis desde donde controla parte de sus oscuros negocios. El actor francés define su relación con Lucía como un “amor pasional” de juventud cuyas heridas se reabrirán con el regreso de la monja a Barbate.

Dentro de la familia de Lucía encontramos a su joven sobrino Rafa, un personaje que encarna Jesús Castro y que apunta maneras de convertirse en uno de los narcos líderes de la zona en un futuro no muy lejano. El actor comenta a los periodistas que el muchacho comienza a traficar a pequeña escala y luego va subiendo posiciones hasta ir ganándose un estatus dentro de este mundo ilegal. Es un ascenso controlado que no pasa desapercibido por la Guardia Civil. La Benemérita le tiene en el punto de mira de sus investigaciones desde hace mucho. Pero a Rafa todo esto le da igual. El joven ve en el tráfico de drogas un dinero fácil y a veces imprescindible para poder sacar a su familia adelante y “hará todo lo que esté en sus manos” para evitar que pase penurias. Pocos detalles más han querido revelar de la relación con su tía, aunque de sus palabras se descifra que la llegada de Lucía va a traer consigo muchos quebraderos de cabeza al personaje de Castro.

En cuanto al amor Rafa vivirá una relación tormentosa con Paula, la hija del teniente Ramón Menéndez y una chica que ha tenido que aprender a ser la mujer de la familia tras el fallecimiento de su madre años atrás. Lucía Guerrero afronta este nuevo papel con una voraz lucha entre la disciplina y el orden de su vida y lo nocivo del entorno de Rafa. Rodeada de periodistas Guerrero explica que su relación con el joven narcotraficante provocará un giro en la relación con su progenitor que puede tener consecuencias irreversibles.

En medio de todas estas tramas también encontramos a Claudia. Considerada como la líder del Oasis el personaje interpretado por Andrea Duro guarda un aura de maldad que la actriz está encantada de trasladar a la pequeña pantalla. “Es una mujer sin escrúpulos, ambiciosa y la mano derecha de Bruno”, un hombre por el que siente más atracción sexual que amor verdadero, asegura Duro. Rechaza cualquier todo de rivalidad o celos por el regreso de Lucía, aunque está claro que ya nada volverá a ser como antes.

El equipo de Perdóname Señor terminará en junio las grabaciones en Tánger tras haber rodado en localizaciones de Barbate, el Parque Natural de La Breña, la Playa de la Hierbabuena, el Faro de Trafalgar o el Monte de los Alemanes. Dirigiendo esta nueva miniserie de Telecinco encontramos a Alejandro Bazzano, Alberto Ruiz Rojo y Rafa Montesinos y el elenco se completa con otros nombres conocidos como los de Paco Tous, José Manuel Seda o Silvia Marty.

Seguiremos Informando…

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