Cinco claves para proteger los ojos en verano

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Cambiamos la ropa de nuestro armario, pasamos más tiempo en la calle disfrutando del aumento de las horas de luz, ingerimos alimentos más refrescantes y ligeros… Aunque el verano modifique nuestros hábitos de vida, no debemos modificar la atención que prestamos al cuidado de nuestra salud empezando por el cuidado de nuestros ojos. Pero, ¿cómo prevenir los daños oculares?

“Aproximadamente el 10% de los tumores de todo el cuerpo están en el párpado, pero pocas personas conocen esta información y no prestan atención a la protección de la zona ocular, tanto externa como interna”, advierte el Dr. Javier Hurtado, Director Médico de Clínica Rementería. La institución médica madrileña referente en oftalmología, Clínica Rementería, comparte cinco consejos a la hora de proteger nuestros ojos y nuestra salud en verano:

1. Utiliza gafas de sol: el astro rey puede ser el causante de graves daños en el interior del ojo, como es el caso de las cataratas o la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), entre otros, que en ocasiones son irreversibles o recurrentes; pero también fuera de él, como los tumores en los párpados.

Para evitar la incidencia de la radiación ultravioleta en nuestros ojos es importantisimo el uso de gafas de sol, especialmente entre las 10:00 y las 14:00h, momento en el que recibimos el 60% de estos rayos UV, y especialmente en la playa, ya que la arena y el mar los reflejan. ¡No te fíes de los días nublados! Aunque veamos menos claridad, no disminuye el nivel de radiación. El mes de junio suele ser el que mayor radiación registra, según la Agencia Estatal de Meteorología.

2. Homologadas y también en el agua: de aviador, de estilo retro o de llamativos colores, sea como sea el estilo de las gafas de sol deben ser homologadas, lo que nos asegura que incorporen una pantalla protectora. El uso de unas gafas que simplemente cuenten con un cristal opaco es más perjudicial para el ojo que no usarlas, puesto que al disminuir la luminosidad el ojo se relajará y permitirá la entrada de mayor radiación que si no llevásemos nada. Además, los ojos claros son más sensibles, por lo que deberás elegir unas gafas con lentes de mayor absorción.

Unas buenas gafas para el agua también nos protegerán en nuestros baños ya que el cloro resulta extremadamente irritante para nuestros ojos, puede provocar queratitis y conjuntivitis bacteriana, por lo que el uso de este tipo de gafas es imprescindible. Pero no sólo son necesarias en la piscina, sino que su uso en ríos, playas o pantanos nos protegerán de gérmenes y bacterias que ataquen a nuestros ojos.

3. Combate la sequedad ambiental: el aire acondicionado, la sal del mar o el simple calor pueden provocar que se resequen las mucosas y desarrollar el síndrome del ojo seco. Por ello, es fundamental no abusar el aire acondicionado, mantenerse alejado del foco que lo expulsa y situarse entre 21 y 25 grados centígrados. Además, podemos recurrir a lágrimas artificiales para refrescar y calmar el ojo seco. 

4. Una farmacia en tu propia cocina: Tomates, zanahorias, maíz, espinacas, aceite de oliva y salmón, además de ser los ingredientes para una sabrosa ensalada veraniega son algunos de los alimentos cuyos componentes más tienen que ver con el cuidado de nuestros ojos.

El beta-caroteno de las zanahorias reduce el riesgo de degeneración macular; el zinc de la carne de pavo reduce el riesgo de sufrir degeneración macular. La ingesta regular de media taza de maíz cocido nos aporta la necesaria luteína y zeaxantina para reducir el riesgo de cataratas.  Las verduras de hoja verde, ricas en antioxidantes, absorben la luz azul y ayudan a detectar mejor los contrastes y mantienen sana la visión. Y es que en la nevera de nuestra casa tenemos una pequeña gran farmacia, porque en los alimentos están las vitaminas o minerales que nos protegen desde dentro. Aun así, una revisión periódica de nuestra visión nos aportará los consejos y cuidados personalizados necesarios. 

5. ¡Cuidado con las lentes de contacto!: Los usuarios de lentes de contacto deben extremar las precauciones durante el verano a la hora de tomar un baño. Nunca debemos sumergirnos en el agua de la piscina o el mar con lentillas, ya que existe un alto riesgo de contraer infecciones oculares. Además, si pasamos el día en el exterior lo ideal es usar lentillas desechables para evitar su contaminación.

“Estas pautas nos permitirán mantener una buena salud ocular durante el verano, aunque si notamos dolores, molestias o manchas en los párpados debemos acudir al oftalmólogo para explorar posibles problemas serios”, concluye el Dr. Hurtado, de Clínica Rementería.

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