Todas las agencias quieren ser la holandesa Heldergroen

Las oficinas de la agencia de Comunicación Heldergroen. FOTO: heldergroen.nl
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Los trabajadores de la agencia de Comunicación holandesa Heldergroen, sita en la ciudad de Haarlem, salen cada día, sin excepción, a las 18.00 horas de su puesto laboral. En la empresa nadie hace horas extra y aunque quisieran, no podrían. La razón es que, cuando llega el fin de la jornada laboral, los escritorios donde trabajan los empleados, al igual que todo lo que haya encima, literalmente se esfuman.

El mecanismo por el cual sucede esto es simple: las tablas de las mesas están colgadas del techo y, a través de un sistema de poleas, bajan cada mañana y suben cada tarde. Con el espacio que queda libre en la oficina, cada día se hace algo distinto: clases de yoga, cenas informales o cursos de cocina, entre otros.

La agencia Heldergroen es un ejemplo perfecto para demostrar que la conciliación familiar es posible en un ámbito tan complicado como el de la comunicación. Un rasgo típico de las jornadas laborales en España es que los horarios son poco flexibles, lo que ocasiona una falta de tiempo muy grave para estar con la familia y también para desarrollar actividades de ocio. En el campo de la Comunicación y el Periodismo hay que tener en cuenta otro hecho: son disciplinas y profesiones muy absorbentes. Por tanto, aquí juegan dos variables: en general, los periodistas y los consultores de Comunicación suelen estar pegados al teléfono constantemente, por lo que si logran tener un horario más o menos cómodo que les permita lograr la ansiada conciliación familiar, su desconexión del trabajo nunca será total.

Así las cosas y con no muchas expectativas de que la situación mejore, quizá la única manera de que la conciliación familiar sea posible en España es que los escritorios y los ordenadores de los puestos de trabajo desaparezcan.

Seguiremos Informando…

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