“Cuando uno tiene un coche sin frenos, lo lleva al mecánico; pero cuando tiene depresión, no acude al especialista”

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“Cuando uno tiene un coche sin frenos, lo lleva al mecánico. Pero cuando uno se siente mal, cuando uno piensa que no vive feliz o que tiene problemas en la cabeza, nunca acude al especialista”. Con estas palabras describe José Ramón Pagés la actitud que, con frecuencia, manifiestan los pacientes con depresión. El coordinador nacional de la Fundación ANAED “Ayuda contra la depresión” asegura que suele ser bastante habitual que las personas con depresión no reconozcan que tienen un problema que necesita ser tratado por profesionales sanitarios, una postura que repercute negativamente a la hora de iniciar una terapia psicológica o un tratamiento farmacológico.

Ante esta reticencia, la familia, desesperada, suele obligarles o engañarles para que reciban ayudas. Pero no es la solución. José Ramón Pagés aconseja que “lo ideal es intentar convencer, pero sin presionar”. En primer lugar, es recomendable aprovechar los momentos en los que la persona se percata de que algo no está bien. “El momento en el que verbaliza su preocupación es el más indicado para hacerle ver el daño que se está provocando a sí mismo y a los demás”. En segundo lugar, señala que es apropiado motivarle con ejemplos de conocidos. “De esa manera podrá comprobar que su problema, al igual que en otros casos, puede tener solución”. Por último, apunta que es esencial hacerle comprender que el psicólogo o el psiquiatra son profesionales que no solo atienden patologías como la depresión, sino también ayudan a encauzar la vida y a superar dificultades.

Apoyo al paciente con depresión: asociaciones de pacientes e Internet

Durante su ponencia en el XV Seminario Lundbeck “La depresión con mayúsculas”, José Ramón Pagés ha animado a buscar las herramientas clínicas necesarias y las novedades terapéuticas que existen en la actualidad. Para ello, apunta que Internet puede ser de gran ayuda: “Internet puede ayudar al paciente con depresión a encontrar a los especialistas adecuados. Eso sí, lo que nosotros creemos es que Internet es muy peligroso porque la gente se va a Wikipedia y se piensa que se puede autodiagnosticar. Pero además, estar constantemente pendiente de las redes sociales produce un efecto de adicción a la propia red social y una patología como es la nomofobia. Hay que saber llevar las cosas a su justa medida”.

Hace hincapié en la poderosa ayuda que aportan las asociaciones de pacientes para las personas con depresión. “No solo se va a encontrar con personas que padecen esa enfermedad y le van a entender perfectamente; sino que, además, los usuarios son personas con las que puede hacer sesiones de grupo, puede charlar, puede preguntar. Además, nosotros integramos a las familias para que se enteren de qué es la depresión porque es muy difícil de entender cuando se tiene y cuando no se tiene no se entiende nada”, indica.

Seguiremos informando…

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