Nos encontramos en una sociedad inundada por la inmediatez. Una sociedad en la que se aparta a las personas que no valen o no son útiles (o no se les considera útiles). Vivimos en una sociedad en el que la obsesión por crear segmentos sociales y generacionales no nos deja, muchas veces, ver la esencia de lo que queremos. ¿Captamos el talento sin generaciones ni sexos? ¿Entendemos el liderazgo sin generaciones ni sexo? Si hacemos la reflexión sincera probablemente la respuesta sea un no.
Y para hablar de esto, y mucho más, tenemos en este programa a Cristóbal Fernández y a Eleonora Barone. Ella es emprendedora social, amante de la vida y de las personas y trabaja como Fundadora y Directora de mYmO donde pone en valor el Talento Senior y fomenta el Diálogo Intergeneracional. Con Ella hablamos de la revolución de las canas. Nos encontramos en una situación especial desde el punto de vista social. Como ya hemos dicho en muchos programas, hablamos de generaciones X, Y, Z, Millenials, babyboomers…
Dicen que el sentido común es el menos común de los sentidos. Pues bien, a medida que nos vamos formando como personas, lo vamos desarrollando. Por otro lado, la madurez permite hacer reflexiones más pausadas. Tener otra visión de la realidad, la experiencia como dicen es un grado. Según la Real Academia de la Lengua, un viejo es una “persona de edad” y añade: “comúnmente puede entenderse como la persona que cumplió los 70 años”. Así, la edad trae mayor responsabilidad mayor confianza. La madurez te lleva a la admisión de errores y, sobre todo, a luchar contra los prejuicios que tanto determinan nuestro pensamiento y conducta.
Hablamos de ejemplos de talento senior que son auténticos iconos de la moda. Por ejemplo, Iris Apfel, que tiene su propia película y es objeto de culto tanto por parte de jóvenes como de adultos. Es un referente con arrugas, con canas. Hablemos de Robert De Niro que también es un referente e incluso ha protagonizado una película que ya hemos mencionado en el programa: The Intern. También la de El Becario que pone en valor el talento junior y senior y el talento emprendedor en la sociedad.
Hay elementos que son característicos en personas con una determinada edad. La escucha, la reflexión, la educación, el respeto, la educación, la libertad, la responsabilidad, la prevención, la participación y el humor, entre otros, son muchos de los elementos que acompañan al talento senior. No digo que otras personas no tengan estas habilidades desarrolladas. Son valores están abiertos y cada uno nuevo que llegue será vida para todos y una gran satisfacción.
El crecimiento de la esperanza de vida la mejora en la calidad de vida ha provocado que haya menos muertes, que las personas vivamos más y por lo tanto tengamos una sociedad más envejecida. Pero vejez no es sinónimo de torpeza o inutilidad. La vejez no aparta de las actividades. Al contrario. Hay muchos jóvenes que tienen mucha menos actividad que nuestros mayores. Según el Instituto Nacional de Estadística, el porcentaje de población mayor de 65 años que actualmente representa el 18,2% pasará a ser el 24,9% en 2029 y el 38,7% en 2064. El número de defunciones superó por primera vez al de nacimientos en 2015. Ha llegado el momento de que nuestros mayores sean vistos como un potencial activo y se desarrollen mecanismos de aprovechamiento de su talento y sus capacidades tanto en organismos públicos como empresas privadas.
En la empresa lo importante es la capacidad de tener ideas que se llevan a la práctica y que crean nuevos y mejores productos o servicios, de nuevas maneras de hacer las cosas de forma más rápida o barata, de nuevas maneras de dirigirse a los clientes para ofrecer de forma más eficaz aquello que venden las empresas. En una sociedad abierta que da oportunidades, y está dispuesta al cambio, parece que también sería necesario que coexistiesen otros valores, como la experiencia de vida, los conocimientos acumulados, la empatía, el afrontar con calma los conflictos, etc…
Cuando encuentres un talento puro lánzate a por él, con independencia del año en que naciera o de si tiene mucho o poco pelo. Dejemos de fijarnos en la imagen de la persona y en si es más o menos atractivo o atractiva y valoremos el talento y el conocimiento en las empresas.
Seguiremos Informando…