“Absolutamente falto de rigor y veracidad”. Con esta firmeza desmentía Fernando Vélez, director general de Farmacias Trébol, que Trébol utilizara titulares fiduciarios para abrir nuevas oficinas de farmacia y así ampliar la extensa red de establecimientos que la familia Granda ha estado adquiriendo durante años. De ello les acusaban varios trabajadores y ex trabajadores del grupo, denuncias de las que prnoticias.com se hacía eco en el artículo “Siete presuntas ilegalidades que comete Farmacias Trébol ante las narices del Consejo de Farmacéuticos”.
Y es que, en España, tanto en la Ley General de Sanidad como en la Ley del Medicamento se establece que el titular de la oficina de farmacia ha de ser obligatoriamente su propietario, y este solo puede ser un farmacéutico, solo o asociado con otros farmacéuticos. Y cada farmacéutico sólo puede ser titular-propietario de una oficina de farmacia. Se trata de un mecanismo que garantiza la independencia en las actuaciones de los farmacéuticos, al no estar condicionados por otros intereses que los estrictamente sanitarios. Además, evita conflictos de intereses con otros profesionales sanitarios prescriptores o con laboratorios farmacéuticos. Por tanto, queda totalmente prohibido que cualquier persona adquiera una farmacia con la limitación de que, en virtud de que se cumpla una condición, pase a otra persona.
Fernando Vélez carga contra prnoticias.com calificando de “insidiosas” las afirmaciones que aparecen en el texto. En el mismo párrafo asegura que Farmacias Trébol cumple íntegramente con la ley y que “todos los farmacéuticos titulares de farmacia que han firmado contratos de gestión con Farmacias Trébol S.L. son dueños, titulares, propietarios y directores técnicos de sus propias oficinas de farmacia”. Pero, ¿es esto verdad?
El vídeo en el que Fernando Vélez reconoce la propiedad fiduciaria
A todos nos ha ocurrido alguna vez que la memoria nos haya jugado una mala pasada. Olvidamos cosas de forma temporal: claves, pins, códigos, matrículas o números de teléfono. Y es que, vivimos inmersos en tal cantidad de información que a nuestro cerebro le cuesta almacenarlo y retenerlo todo. Eso es lo que debió pasarle a Fernando Vélez cuando escribió el desmentido oficial de Farmacias Trébol. El director general de Farmacias Trébol no recordó las afirmaciones que realizó hace casi dos años, en concreto, el 11 de noviembre de 2014.
El equipo de investigación de prnoticias.com ha encontrado un documento audiovisual en el que Fernando Vélez reconoce el presunto delito. Ocurrió durante el procedimiento ordinario 859/2014, seguido en el Juzgado de Primera Instancia Nº64 de Madrid. Fernando Vélez testificó sobre la titularidad de la farmacia Trébol de la calle Alcalá número 98, comprada entre las farmacéuticas Ana María Domínguez y María Amparo Portillo a finales del año 2010. “Ana nos dio un dinero para comprar una farmacia que iba a ser entre ella y una prima mía que es María Granda que en aquel momento estaba estudiando farmacia. Mariam, como era una trabajadora nuestra de confianza, era la persona que, hasta que acabase la carrera mi prima María, iba a estar de cotitular con Ana”, confiesa Fernando Vélez.
Uno de los letrados le pregunta: ¿Sabe usted si la señora Granda ha planteado el reconocimiento de su titularidad de la farmacia a través de la titularidad fiduciaria de Mariam Portillo? Y Fernando Vélez responde: Sí. El otro de los abogados añade: “Usted sabe perfectamente que el titular de la farmacia ha de ser necesariamente el propietario, que no se admite la titularidad fiduciaria de la farmacia”. Fernando Vélez asegura: “Por supuesto”. Y continúa el letrado: “Entonces ustedes ponen a una titular fiduciaria para burlar la prohibición legal siendo consciente de que estaba prohibido por la legislación farmacéutica”. El director general de Farmacias Trébol reconoce el presunto delito: “En esos momentos, si estaba prohibido, es un tema que… bueno”.
1.500 euros al mes por poner el título de farmacéutica a disposición de Trébol
Maria Amparo Portillo no solo figuraba como socia de Ana María Domínguez en la Farmacia Trébol de la calle Alcalá número 98 de Madrid. Mariam Portillo también desempeñó sus funciones como Directora de Recursos Humanos de Farmacias Trébol S.L. desde 2001 hasta 2012, por lo que conocía perfectamente el funcionamiento de la compañía y sus tejemanejes: utilización de titulares fiduciarios, tráfico de medicamentos, existencia de un almacén ilegal, borrado de líneas, contabilidad paralela…
De ello informa con todo lujo de detalles en la demanda de despido que interpuso ante la Dirección General de Trabajo en abril de 2013 y en la contestación a la demanda civil interpuesta por María Granda. “En el año 2010, José Luis Granda, socio de Farmacias Trébol S.L. me plantea, siendo Directora de RR.HH. de la empresa, que ponga mi título de farmacéutica a disposición de la empresa para poder conseguir una nueva oficina de farmacia para el Grupo. Se trataba de la oficina de la calle Alcalá nº 98 de Madrid […] Por poner mi título de farmacéutica a disposición de la empresa y poder así asumir una nueva oficina de farmacia de propiedad del Grupo Trébol, la empresa me abonaba 1.500 euros al mes, de modo que si sueldo como Directora de RR.HH. quedaba en 3.500 euros mensuales.
Las revelaciones que hace Mariam Portillo sobre los negocios de Trébol no acaban ahí. Ante la demanda en que María Granda San Miguel, hermana de Jose Luis Granda, le reclama el 50% de la farmacia diciendo que fue ella quien puso el dinero , María Amparo Portillo señala: “En lo que nos concierne como parte demandada, hemos de negar lo dispuesto en el correlativo, en lo que al pacto verbal se refiere, pues la Sra. Portillo no celebró ningún pacto verbal con la demandante, sino con Farmacias Trébol”. Tras conocer estas declaraciones cabe preguntarse: ¿Es cierto entonces que, como asegura Fernando Vélez en el burofax, Farmacias Trébol nada tienen que ver con la adquisición de farmacias?
¿Qué piensa hacer el Colegio de Farmacéuticos de Madrid?
La utilización de titulares fiduciarios por Farmacias Trébol para la adquisición de farmacias fue denunciada por la farmacéutica Ana María Domínguez en febrero de 2014, fecha en la que Alberto García Romero ostentaba el cargo de presidente. Pero el máximo representante de los boticarios en la Comunidad Autónoma de Madrid se limitó a considerar a su compañera como una farmacéutica “que ha salido rana” al Grupo Trébol”. Y, aún reconociendo que la apertura de una farmacia Trébol hace que el resto de las farmacias del barrio se resientan, defiende con uñas y dientes el Grupo del que actualmente forma parte la farmacia puesta a nombre de su hija.
Luis González, actual presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, ha hablado con prnoticias.com sobre Farmacias Trébol S.L.: “Desde hace muchos años, desde la primera farmacia que se abrió con el logo de Trébol en la calle Menéndez Pelayo, no me gustó la idea y ellos –los propietarios de Trébol- lo saben. Soy una persona muy clara y defiendo el modelo actual de propiedad-titularidad de oficina de farmacia. Y lo defiendo, ni más ni menos, porque lo dice la ley. Si la ley se abre, nos abrimos todos. Fuera de ese modelo, no voy a defender nada. Me da pena que, como ha pasado con otras cadenas que han recurrido a grupos de compra, te gestionen. Y me da pena que haya farmacéuticos que se presten a este juego, y que los engañen y los terminen arruinando”.
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid también lamenta que desde su institución no puedan tomar cartas en el asunto: “El Colegio no puede actuar contra sus colegiados”. Y asegura que “se está haciendo todo aquello que se puede hacer” porque lo relativo a las presuntas ilegalidades de Grupo Trébol “está bajo secreto sumarial”. “El Colegio ha recogido toda la documentación posible de todas las cadenas para actuar en consecuencia cuando se levante el secreto sumarial”, concluye.
En el procedimiento penal se está discutiendo la falsificación de firmas, la venta ilegal de medicamentos, el fraude a la Seguridad Social y el fraude fiscal, pero lo referente a la titularidad fiduciaria. Pero en cuanto a la titularidad fiduciaria… ¿no estamos hablando de una cuestión estrictamente administrativa cuya competencia recae exclusivamente en el órgano colegial?
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