En Génova todavía están digiriendo los resultados de la noche electoral. La estrategia de campaña diseñada por Jorge Moragas, les ha dado un resultado que ha superado todas las expectativas con un aumento de 14 escaños y mayoría absoluta en el Senado. Las voces más discrepantes con Rajoy han tenido que admitir el poder de Moragas como el nuevo estratega del partido y olvidar a Pedro Arriola, cuya sombra seguía planeando en los pasillos de la sede del PP. Esta vez el tono positivo y alejado de la seriedad de la anterior campaña del PP, así como la estrategia mediática del miedo hacia la izquierda más radial representada en la coalición de Unidos Podemos han sido las claves de una victoria muy dulce.
El año pasado Jorge Moragas, director de campaña del PP, se hacía con los mandos de la estrategia electoral de PP tras años de oscurantismo y tácticas de lo más enrevesadas puestas en marcha por el que había sido el gran gurú del PP durante años y asesor de Aznar desde 1989, el sociólogo Pedro Arriola, que tras el fracaso del PP en las elecciones Andaluzas firmó su sentencia de muerte política. Desde entonces, Mariano Rajoy cedió a Moragas todo el poder para hacer y deshacer a su antojo en lo que a estrategia electoral se refiere.
Del tono serio al tono positivo “pachanguero”
El lema de la campaña para el 20D estuvo marcado por la sobriedad que tanto ha definido a Rajoy. El lema de la campaña, de hecho, era “en serio”. La estrategia de mostrar a Mariano Rajoy como un hombre con experiencia frente a la juventud e inexperiencia de sus adversarios no funcionó. Para la campaña del 26J, el tono del PP pasó de la solemnidad, al tono positivo y alegre. El lema, “a favor” resumía perfectamente el espíritu de la campaña y que tuvo en la versión pachanga del himno del partido su máxima expresión. Hasta el mismo Moragas no dudó en marcarse unos pasos de baile durante la presentación de la campaña.
“Vamos a hacer una campaña en positivo, a favor del futuro de los españoles. Una campaña constructiva y que va a recorrer todo el territorio nacional, las 52 provincias con sus candidatos, y en la mayoría de ellas con presencia del presidente y nuestro candidato principal, Mariano Rajoy”, explicaba Moragas durante la presentación de la campaña electoral del PP para las elecciones generales del 26-J.
En busca del voto últil
Ha sido una de las tácticas que parece mejor ha funcionado: la búsqueda del voto útil. Sin lugar a dudas la irrupción de Ciudadanos en las pasadas elecciones se produjo en gran medida al traspaso de votos del electorado más descontento con el PP. Sin embargo, la estrategia de pactos de los de Albert Rivera con el PSOE parece no haberles beneficiado y el PP ha recuperado posiciones a costa de los votantes que vieron cómo su voto se convertía en un apoyo Pedro Sánchez en manos de Ciudadanos. El PP ha aludido al rescate del voto útil y la estrategia ha funcionado.
El efecto Bertín
La televisión ha sido una de las plataformas clave durante las dos últimas campañas electorales. Desde el PP vieron cómo la participación de Rajoy en el programa de Bertín Osborne en TVE, En tu casa o en la mí, relanzaba la popularidad del candidato. Conscientes del tirón, para esta campaña prefirieron aprovechar los últimos días de la campaña para mostrar el lado más humano del candidato. Susanna Griso entrevistó a Rajoy en su programa Dos días y una noche, Ana Rosa Quintana en el formato de Telecinco con niños como entrevistadores, 26J, Quiero gobernar. Como colofón, Rajoy asistió al programa estrella de la televisión, El Hormiguero de Pablo motos en Antena 3. Mostrar al Rajoy más natural, sin artificios ni edulcorantes, al final, ha provocado un efecto positivo.
Plazas clave, una campaña geopolíticamente muy estratégica
Hasta en 5 ocasiones Rajoy ha visitado Andalucía durante la campaña electoral. Una de las plazas socialistas por excelencia del PSOE ha quedado en manos del PP, donde ha ganado con 23 escaños -3 más que su rival-. Además de Andalucía, el equipo de campaña de Rajoy intensificó la presencia del candidato en Comunidad Valenciana y Cataluña, las autonomías más pobladas y en las que aspiraba a subir escaños, como así ha sido. En Valencia el PP ha aumentado 2 escaños y en Cataluña 1 con respecto a las elecciones del 20D. También Rajoy intensificó sus visitas en Castilla-La Mancha (visitó tres provincias) y dos en Aragón y otros dos en Madrid, donde fue el cierre de campaña. En la pasada campaña Rajoy sustituyó los mítines multitudinarios por los baños de masas y el contacto directo con los ciudadanos.
Estrategia del miedo
Si hay un factor que parece ha calado -y mucho- ha sido la estrategia al miedo a la izquierda más radicas, representada por la coalición de Izquierda Unida y las confluencias de Podemos bajo el paraguas de unidos Podemos. Ha sido una de las constantes durante toda la campaña, donde incluso el PSOE pasaba a un segundo plano en los ataques al adversario. La campaña cerraba en sus últimos días con un vídeo que apelaba al miedo. Estrategia que también ha funcionado.
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