Publicidad sexista: ¿cómo es posible acabar con ella?

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En ocasiones, los medios de comunicación representan a una mujer muy alejada de unos cánones realistas y que pueden ofrecer una imagen desdibujada de ella. Es por eso que durante la última edición del Desachate 2016, el festival publicitario que organiza el Círculo Uruguayo de la Publicidad, el Observatorio de Género del Círculo Uruguayo de la Publicidad presentó el Decálogo de las buenas prácticas para una publicidad no sexista. Un manifiesto que ha sido avalado por ONU Mujeres, Cotidiano Mujer, Mirá Mamá, Montevideo Mujer, apoyado por Impresa Polo, Canal-M, MontevideoCOMM, y Veintiséis, Productora de Servicios Audiovisuales.

El Decálogo de las buenas prácticas para una publicidad no sexista es una guía y sugerencia que busca concientizar acerca de la repercusión que pueden tener los mensajes masivos en la sociedad, y tiene como objetivo construir una industria responsable, libre de sexismo; donde las mujeres y los hombres tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades de desarrollo. En este sentido se centran en tomar partido por una publicidad más responsable: “que existan casos de sexismo en nuestra industria no significa que no podamos hacer algo para cambiarlo” señalan Lucía Peña y Gonzalo López Baliñas, creativos de agencias de publicidad. “Del compromiso individual depende del cambio colectivo” explica Mariana Píriz, Ceo en agencia de Pr.

Decálogo de las buenas prácticas para una publicidad no sexista

Y es que se debe aprender a identificar el sexismo en los mensajes y eliminando el uso de la violencia de género como recurso creativo. “Cuando prejuzgamos y adjudicamos roles y actitudes, basándonos exclusivamente en el género de una persona estamos siendo sexistas” indica Millena Guillot, directora de una agencia. “Las mujeres no entienden de tecnología, todas las niñas quieren ser princesas, todas las mujeres quieren ser madres, todos los niños quieren ser superhéroes, todos los hombres saben de mecánica o los hombres no lloran nunca” son algunos de los estereotipos más empleados por la publicidad y que deben desaparecer del lenguaje de la industria.

Es importante no promover estereotipos de género y no alentar prejuicios en base al género, ya que “ni todos los hombres son valientes, agresivos, activos, graciosos, rápidos o independientes ni todas las mujeres son pacíficas, cálidas, sumisas, responsables, series, frágiles o sensibles”. Hay que evitar reproducir las relaciones tradicionales de poder y subordinación, donde “mujeres y hombres tienen la misma capacidad de desempeñar cualquier cargo de decisión, por lo que para construir una comunicación más igualitarias se debe evitar subordinar un género al otro”. El Decálogo de las buenas prácticas para una publicidad no sexista aboga por representar a las personas como sujetos y no como objetos, utilizar formas de expresión que no excluyan a ningún género así como promover modelos alcanzables. Es imprescindible que se difundan y contagien buenas prácticas, construyendo una industria libre de sexismo.

Seguiremos Informando…

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