Hepatitis C, un modelo de inversión en salud

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Gilead Sciences ha organizado una sesión formativa sobre farmaeconomía y la hepatitis C con el fin de profundizar y analizar la importancia que tiene la evaluación económica y su aplicabilidad en la toma de decisiones dentro del sector de la salud. Para ello, se ha contado con la colaboración de Álvaro Hidalgo Vega, profesor titular en el Área de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Castilla-La Mancha, y el Dr. Juan Turnes, Jefe de Servicio de Aparato Digestivo del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra. El acto ha sido presentado y dirigido por el nuevo presidente de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), Emilio de Benito. La primera parte de esta sesión ha estado centrada en los conceptos generales de la Farmaeconomía, respaldado por diversos ejemplos en diferentes patologías para ilustrar la inversión y los resultados obtenidos.

“La evaluación económica ha aumentado en España como complemento a la información de eficacia y seguridad”, explica Álvaro Hidalgo. “El componente económico cobra más relevancia en la toma de decisiones no solo por la limitación de recursos sino también por el coste de oportunidad, ya que al asignar los recursos disponibles a una intervención sanitaria, sacrificamos otras oportunidades de utilizar los recursos. Las necesidades son ilimitadas, por tanto, debemos elegir la forma más eficiente de utilizar los recursos”.

“Asimismo la evaluación económica de intervenciones sanitarias proporciona un marco para determinar cuantitativamente los beneficios terapéuticos y sociales, y cada vez más decisores y médicos solicitan más información sobre la eficiencia de las intervenciones “continúa Álvaro Hidalgo, que además añade  “y  hay que poner en contexto lo que supone el coste del tratamiento respecto al coste global de la enfermedad”.

La segunda parte de esta sesión formativa ha estado focalizada en la hepatitis C como ejemplo de éxito de inversión en salud: qué conlleva la hepatitis C, qué beneficios desde la perspectiva clínica supone el tratar y curar esta enfermedad, qué costes conlleva el no tratarla, inversión realizada en pacientes avanzados versus pacientes no avanzados, qué implica invertir antes en el paciente menos avanzado, qué supondría cortar de repente la inversión en hepatitis C, qué podemos aprender de otros países de nuestro entorno, y qué impacto tiene el Plan Estratégico Nacional y evolución del mismo.

“La inversión en tratamientos para la hepatitis C es un ejemplo de inversión en salud puesto que permiten curar la enfermedad”, afirma el Dr. Juan Turnes. “Diversos estudios muestran que la magnitud del coste del manejo de la propia enfermedad es elevada; por ejemplo, como hemos podido ver, existen estudios que muestran que los costes de un trasplante hepático rondan los 120.000 euros. Por ello es importante recalcar que el paciente más caro, y en la hepatitis C sobre todo, es el paciente no curado”.

“Desde la perspectiva del Sistema Nacional de Salud, el hecho de que los enfermos se curen, supone también que salgan del propio Sistema, lo cual implica un menor consumo de recursos asociados a la propia enfermedad y potenciales gastos futuros. Además contribuimos a un objetivo impensable hace unos años, pero que ya hoy es factible plantearse, como es la eliminación de la hepatitis C de nuestra sociedad. Desde la perspectiva del propio paciente, supone una reducción en la mortalidad y del número de comorbilidades asociadas, y también de una mejora sustancial en su calidad de vida”.

La hepatitis C representa una gran oportunidad de intervención en salud pública, ya que esta patología afecta a muchas personas, tiene consecuencias graves que generan unos costes importantes para el Sistema Nacional de Salud, y actualmente se dispone de tratamientos curativos eficaces y seguros que reducen significativamente los eventos clínicos, reducen la carga de la enfermedad poblacional y tiene  buena relación de coste – efectividad.

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