Trébol desacredita a Sanidad para salvarle el cuello al cirujano que adquirió irregularmente una farmacia

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La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ya intentó excusarse de su “despiste” al permitir que un médico que aún no se había dado de baja como colegiado en la Organización Médica Colegial ni había solicitado la excedencia como cirujano en el Hospital Universitario Fundación de Alcorcón fuera dado de alta como farmacéutico en el Colegio de Farmacéuticos de Madrid y adquiriera la farmacia Trébol ubicada en la calle Hermanos García Noblejas número 21 de Madrid. Fuentes cercanas a esta institución argumentaron que la solicitud de renuncia a ejercer como médico no había sido tramitada y que el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, lo habría encubierto por su estrecha relación con José Luis Granda, uno de los tres socios de Farmacias Trébol SL.

Ahora ha intentado maquillar el asunto Enrique Granda Vega, académico correspondiente de la Real Academia Nacional de Farmacia y primo de José Luis Granda. Enrique Granda ha remitido una carta a sus “buenos amigos” de Acta Sanitaria para “poner orden a la tergiversación difundida” por los medios de comunicación y por los farmacéuticos que, a través de sus perfiles en redes sociales, han denunciado que el doctor Daniel Vega Menéndez mintiese en la declaración jurada presentada ante la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid e incurriese en una de las prohibiciones contempladas en la ley.

En el Título VI de la Ley 19/1998 se especifica que el ejercicio profesional del farmacéutico en la oficina de farmacia, en cualquiera de sus modalidades, es incompatible con el ejercicio clínico de la medicina, la odontología, la veterinaria y cualquier otra profesión sanitaria acreditada; o con cualquier actividad profesional que impida la presencia física del farmacéutico en el horario normal de atención al público.

Enrique Granda Vega asegura en el texto publicado el pasado fin de semana que “no habría motivos para la intervención de los respectivos colegios o de la autoridad sanitaria”. Y se basa en que el doctor Vega Menéndez “ahora no ejerce como como médico sino como farmacéutico”. No opinan lo mismo ni Carlos Ibáñez, el director general del Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM) ni la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Tan evidentes eran las pruebas que la Consejería de Sanidad tomó la decisión de abrir expediente y establecer la sanción oportuna contra el doctor Daniel Vega Menéndez.

El doctor Vega “mintió”: pruebas en documentos y grabaciones

Tras la publicación del artículo que advertía sobre la irregularidad cometida desde Farmacias Trébol, Carlos Ibáñez aseguraba a prnoticias.com que el doctor Daniel Vega Menéndez “mintió”. “Firmó la declaración jurada asegurando que no existían incompatibilidades manifiestas, pero en el intervalo en el que él solicita la transmisión y le es asignada la farmacia sí era incompatible”, explica. Prueba de ello es que apareciera en la base de datos de la Organización Médica Colegial como colegiado número 282849559 siendo también colegiado farmacéutico, con número 22483. También evidencia este presunto delito la fecha con que aparece en el documento en el que se resuelve la baja del doctor Vega Menéndez como profesional de la Medicina.

Además, prnoticias.com conserva las grabaciones en las que tanto el personal de administración del Hospital Universitario Fundación de Alcorcón como el de la Clínica Fuensanta de Madrid no muestran observación alguna a la hora de establecer una cita para asistir a una consulta de Cirugía General y Digestiva con el doctor Vega Menéndez. Por motivos de confidencialidad y de respeto a la imagen de las personas que aparecen en estas grabaciones, hemos considerado oportuno mantenerlas bajo resguardo.

Quizá la intención de la intervención del académico Enrique Granda en este turbio asunto sea evitar a toda costa que se apliquen las sanciones contempladas para los casos en los que se comete “falseamiento, ocultación o inexactitud grave en la declaración de los datos que el Colegio de Farmacéuticos de Madrid deba conocer y que impida ejercitar las funciones que le están legal y estatuariamente atribuidas”. Las sanciones aplicables a este tipo de faltas, tipificadas como muy graves, incluyen “multa de tres a cinco cuotas anuales, suspensión del ejercicio profesional de seis meses a dos años, expulsión del Colegio y cancelación en el Registro de Sociedades Profesionales del Colegio”. Y es que, sería un duro golpe contra la propia unidad familiar. prnoticias.com ha averiguado que Esther Murias, mujer de José Luis Granda y socia de Farmacias Trébol, es la hermana de la mujer del cirujano en cuestión.

La carta íntegra de Enrique Granda Vega, primo de uno de los socios de Farmacias Trébol

“El Dr. Daniel Vega Menéndez es desde primeros de junio pasado el titular de una oficina de farmacia en la calle Hermanos García Noblejas, de la ciudad de Madrid. Hasta aquí una noticia que podría resultar escandalosa para médicos y farmacéuticos que han entendido siempre que la separación del ejercicio profesional es una garantía imprescindible desde el punto de vista deontológico para la atención a los pacientes. Si la información se acabara aquí, habría motivos para la intervención de los respectivos colegios y hasta la autoridad sanitaria, pero como es lógico, ahora el Dr. Vega no ejerce como médico sino como farmacéutico, ya que también es licenciado en Farmacia.

La cuestión es bien sencilla y acaba con todo sensacionalismo: El Dr. Vega solicitó y obtuvo excedencia en su plaza de cirujano en el Hospital de Alcorcón previamente a la autorización de funcionamiento de su farmacia y ahora ejerce como farmacéutico con conocimiento de todas sus circunstancias personales por la Consejería de Sanidad y por el Colegio de Farmacéuticos de Madrid. Su caso no es el primero, ni será el último, en el que un farmacéutico oriente su vocación hacia la medicina o un médico hacia la farmacia.

Desde el siglo XVIII se han dado numerosos casos, precisamente en algunos de los médicos y farmacéuticos más brillantes, que han modificado su vocación inicial para el ejercicio de una u otra profesión. El Dr. Vega es uno de ellos. Se licenció en medicina y cirugía en la Universidad de Oviedo; obtuvo el número uno de su especialidad, tras la prueba MIR, e ingresó en el hospital de Alcorcón en una plaza de cirujano general. También se hizo doctor en medicina, título que no abunda entre quienes normalmente se llaman doctores sin serlo, pero la carrera de Farmacia, en la que obtuvo el premio extraordinario de su promoción, le apasionó; hizo un máster en gestión empresarial y ahora es titular de una farmacia en la calle García Noblejas de Madrid. Si hay algo de sensacional en esta noticia es precisamente su protagonista el Dr. Vega, y si hay algo deleznable es que haya usado solo el titular para descalificarle”.

Seguiremos informando…

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