La opinión de Juana Pulido, consultora sénior de Estudio de Comunicación.
Para aquellos que no estén familiarizados con el término, Millenials son la generación que nació aproximadamente entre 1980 y 1995. Son los hijos de la generación del baby boom, nacieron durante una época de prosperidad económica y han podido disfrutar de los mayores niveles de bienestar conocidos, incluido el acceso a una buena educación/formación.
Los Millennials, como productos de la revolución digital, son nativos digitales. Se caracterizan por dominar la tecnología como una prolongación de ellos mismos. Prácticamente todo lo que hacen en su día a día es a través de una pantalla. Entre otra cosas, prefieren internet a la televisión tradicional, razón por la que ni el prime time ni las estrategias clásicas de publicidad sirven para llegar a ellos.
En cuanto al mercado laboral expresan muy claramente sus expectativas, cuando no exigencias. Según The 2016 Millennial Survey de Deloitte, los Millennials en general señalan poca lealtad a sus actuales puestos de trabajo y son muchos los que están planeando salidas a corto plazo. Se sienten infrautilizados y creen que no se les está permitiendo desarrollarse como líderes. Piensan que la mayoría de los negocios no tienen ambición más allá de los beneficios, y a menudo ponen sus valores personales por encima de los objetivos de la organización llegando a rechazar empleos que entran en conflicto con sus creencias. Pero quizás lo más importante sea señalar que los Millennials representan una creciente parte de las plantillas y un creciente número de ellos ya ocupan puestos senior en las compañías, por lo que se está apreciando como los Millennials están llevando sus valores a las reuniones de los consejos.
Nativos digitales que piensan y actúan en clave digital, prefieren las comunicaciones escritas
Los Millenials piensan en términos de ‘social’ y eso tiene un impacto en cómo se comunican y trabajan. Según las predicciones para los Sectores de Tecnología, Medios de Comunicación y Telecomunicaciones de Deloitte, en 2016 el 26% de los usuarios de smartphone en mercados desarrollados llegará a estar una semana entera sin realizar llamadas de voz (frente al 22% en 2015). Estos entusiastas de los datos no han dejado de “llamar”, sino que sustituyen las llamadas de voz por una combinación de servicios de mensajería, voz y vídeo sobre IP, siendo el grupo de edad de 18 a 24 años, los Trailing Millennials, los más entusiastas de los datos (el 31% en 2015 no realizaron llamadas de voz en la última semana, porcentaje que se incrementará hasta el 35% en 2016).
Uno de los avances más importantes en la tecnología durante las últimas décadas ha sido la introducción de las Intranets 2.0, que han pasado a ser la mente colectiva de la organización, permitiendo a los empleados interactuar en tiempo real en el momento que se desee. Las más exitosas Intranets 2.0 para los Millennials están centradas en plataformas sociales y esto se debe a que éstos han crecido con Facebook, Twitter y otras plataformas similares.
Multitareas y proclives al teletrabajo
Utilizan múltiples canales y dispositivos digitales para sus actividades. Tienen un comportamiento multitarea, es decir, con capacidad y/o necesidad de hacer varias cosas a la vez. Incluso cuando están atendiendo una reunión en persona, los Millennials pueden estar enviando correos y mensajes constantemente haciendo que la comunicación cara a cara se convierta simplemente en compartir el tiempo delante una pantalla. No es raro por tanto que prefieran las reuniones virtuales que son más rápidas, más baratas y más indicadas sus gustos. Por estas razones, entre otras muchos Millennials prefieren el teletrabajo si es posible.
A la vista de las preferencias de esta generación, que poco a poco irá ganando espacio y capacidad de control en las organizaciones, no parece que quede mucho margen para no adoptar en firme las tecnologías y los estilos 2.0 en la comunicación interna. Ya no sólo por los beneficios obvios para el proceso de la comunicación en sí misma, sino porque para cualquier compañía debería ser un objetivo contar con empleados formados y capaces de liderar el futuro, y esos son los que están demandando una nueva forma de hacer empresa y, por supuesto, una forma diferente de hacer comunicación.
Para las empresas, la decisión de quedar fuera del mercado, por no avanzar en la medida que avanzan los tiempos, puede que ya no esté exclusivamente en sus manos. Serán los empleados, los Millenials, los que dejarán fuera a las que no cumplan con sus expectativas y no cabe duda que la comunicación, como forma esencial de relación en las compañías, será una de ellas. Y esto no es nuevo: ‘Audentis fortuna iuvat’ (A los que se atreven sonríe la fortuna). La Eneida, Virgilio.
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