MiramArt hace cobrar vida al túnel del Antiguo

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El túnel de Miramar cobra vida desde hoy gracias a la donación de la obra del artista Victor Goikoetxea realizada por la empresa Angulas Aginaga. El proyecto arquítectónico de Xabier Barrutieta, y desarrollado en su parte tecnológica por Igarle, Aelvasa y Lurgen, une arte, arquitectura, tecnología y energías renovables.

El proyecto, enmarcado en la línea Conversaciones del programa de Donostia 2016, y que supondrá un legado artístico para la ciudad, ha visto la luz hoy, en un acto que ha contado con la presencia del alcalde de Donostia/San Sebastián, Eneko Goia, a la cabeza de la corporación municipal, el director general de Donostia 2016, Pablo Berástegi, el director general de Angulas Aginaga – principal mecenas del proyecto –, Carlos Luna y el responsable de marketing y comunicación, Gonzalo Azcarate, el artista Victor Goikoetxea, el arquitecto Xabier Barrutieta, y los representantes de Aelvasa, LurGen e Igarle – empresas que han desarrollado y donado la parte tecnologica del proyecto – Juan Cruz Aldasoro, Iñaki Gil y Fran Manzano.

De esta manera, el túnel por el que a diario transitan miles de personas, se ha convertido en una experiencia única, que permite a quien lo cruce experimentar la sensación de sumergirse en la unión subacuática entre la tierra y el mar. Para ello, el artista Victor Goikoetxea ha pintado la bóveda del túnel de 29 metros con diferentes materiales, espesores, brillos y rugosidades, que evocan dicha unión y convierten dicho espacio en un lugar muy especial, por su originalidad, para el disfrute de todas las y los donostiarras.

La obra se ha terminado con iluminación de última generación a cargo de Aelvasa, que da movimiento a la misma, ammpliando así la sensación submarina. Asimismo, quienes caminen por el túnel generarán energía con sus pasos, gracias a la aportación de la tecnología desarrollada por Lurgen. Y además, una capa Smart aportada por Igarle rodea la obra con una aportación inteligente que permite que el arte pase a escuchar a quien lo contempla, recreando así un entorno único y exclusivo que habilita espacios para la atracción, la presencia, la participación y la opinión.

Gracias a la aportación de todos estos mecenas, MiramArt se convierte en un legado flexible y sostenible que interactua con la ciudadanía, permitiendo la participación. De hecho, aquellas personas que participen dando su opinión estarán invitadas a un pintxo, cortesía de la Gula del Norte, en dos establecimientos de la ciudad (Branka e Iturrioz). 

A las 8 de la tarde tendrá lugar la apertura oficial. En la misma, los mecenas y el artista explicarán la obra a los ciudadanos que se acerquen y, después, se producirá el encendido de la luz del túnel, con la que se culmina la obra.

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