El problema de esta foto no es que el niño vaya dentro del carro de Mercadona tirado por su madre, algo que ya de por sí está estrictamente prohibido en todos los supermercados del mundo, ni la avanzada edad del menor que le impide siquiera estirar las piernas dentro de su improvisada cama. El principal problema es que su madre se olvida completamente de él y casi como si fuese una mercadería más, literalmente le cubre con productos de alimentación.
Galletas, yogures, bacon y alguna bolsa dela compra se posan sobre el menor que desconoce completamente la situación. No estamos contentos con esta madre que literalmente se ha olvidado de su hijo y le ha puesto a dormir dentro del carro para dedicarse a hacer la compra.
Seguiremos denunciando…