PSOE y Podemos han presentado una proposición en el Parlamento murciano para cambiar el modelo de gestión mixta de la cadena autonómica 7Murcia. En junio de 2015 la cadena comenzaba una nueva etapa bajo la gestión del Grupo Secuoya que se adjudicaba el concurso convocado por el Gobierno murciano para la gestión privada del canal del ente público Radiotelevisión de Murcia. En este tiempo la cadena se ha convertido en la autonómica más rentable y la que consigue un punto de audiencia con menos dinero del mercado.
Los datos indican que el presupuesto de 7Murcia fue de 10 millones de euros en 2016, de los cuales nueve millones son aportación pública. Este dato significa que la cadena es la que tiene menos presupuesto de las doce cadenas autonómicas a años luz de los 307 millones de TV3 o los 164 millones de Canal Sur. Si hacemos la comparación con cadenas de su mismo tamaño vemos como TPA de Asturias tiene un presupuesto de 24 millones y Aragón TV 47 millones de euros.
En el apartado de subvenciones la cadena es la que menos dinero recibe. Y es que los nueve millones que destina el Gobierno de Murcia a la cadena están muy lejos de los veinte millones que se destinan en Asturias, los 29 millones de Baleares o los 227 millones de Cataluña a TV3. Estas cifras confirman que el coste por habitante que pagan los murcianos por su televisión pública es de 6,12 euros anuales, el más bajo del sector frente a los 10,5 de Madrid, los 16 de Canal Sur, los 19 de Asturias, los 30 de TV3 o los 52 de País Vasco.
Pero hay más. Pese a todas estas limitaciones la cadena logra generar el menor coste por punto de audiencias con 3,57 millones. Consideremos que 7Murcia tiene una audiencia de 2,8%. La segunda cadena con mejor rendimiento, con datos actualizados de 2016, fue TP Asturias con 4,53 millones y Aragón TV con 5,73 millones. En el otro extremo se encuentra TV3 con un coste por punto de audiencias de 23,9 millones y Canal Sur con 20,2 millones.
Datos incontestables que sin embargo no son suficientes para PSOE y Podemos que quieren volver al modelo antiguo de televisión, con una gestión completamente pública ligada al partido de gobierno de turno. Lo que no recuerdan en PSOE y Podemos es que precisamente el modelo fue cambiado debido al fracaso del anterior modelo que acumuló cuantiosas pérdidas. De hecho el presupuesto de la cadena durante sus años dorados fue de 30 millones, rebajándose a quince millones en 2012, su último año en antena. El cierre de la cadena significó el fin de 240 puestos de trabajo.
Con estas cifras sorprende que los partidos políticos quieran volver al modelo anterior que costaba a las arcas públicas el triple que la actual televisión. La justificación que indican desde estos partidos es que el sector audiovisual murciano no ha mejorado con el modelo. No obstante, en varias ocasiones APROMUR la asociación de productoras ha manifestado que es el mejor modelo que ha habido en la Región. De hecho, en los pliegos del concurso que ganó Secuoya se comprometían a contratar un elevado volumen de producción local.
De esta manera, la única explicación que queda a este movimiento político es el interés de PSOE y Podemos de querer controlar una televisión que actualmente se encuentra despolitizada. Y es que es difícil resistirse a un caramelo tan dulce como una televisión autonómica, que puede convertirse en el mejor aliado mediático de los políticos y gobernantes de turno. De hecho, detrás de esta petición se encuentra el interés de querer controlar los Informativos del Ente, que no ha sido elegido ni por Podemos ni por el PSOE. Está claro que no han aprendido nada del hundimiento de las actuales teles autonómicas, contaminadas por el político de turno y hundidas financieramente.
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