Londres vio nacer Skype, en su llegada a Europa. En sus oficinas se gestó su posición en el viejo continente, en los buenos momentos, y se gestionaron las crisis, en los malos. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, los cambios en esta sede eran cada vez mayores hasta el punto de que, como bien ha anunciado The Financial Times, la mensajera ha decidido cerrar sus puertas de forma definitiva. Una acción que duele, más por nostalgia que por números, y que lleva a la sede centras, situada en Redmond, a asumir sus labores.
Este cierre de Skype en terreno británico afecta, como no podía ser menos, a los trajadores que, día a día, ocupaban sus instalaciones. Son cientos (se habla de 400) los que pueden verse en la calle en cuestión de días, aunque la empresa ha alegado que están: “Profundamente comprometidos a hacer todo lo posible para ayudar a los afectados por el proceso”. Del mismo modo, un ya exempleado ha dejado caer algo que ya hemos avanzado (que se busca un control total desde Estados Unidos): “Una de las cosas que siempre fue un gran problema para Microsoft es que las grandes decisiones en Skype normalmente se tomaban desde Europa, no en Redmond”. Un hecho que es diferente ya que: “Ahora, es una empresa liderada por Microsoft en lugar de un Skype independiente”.
También se dice que Skype no quiere, aunque no lo admita, duplicidad de puestos. Un hecho que, parece, se producía actualmente y para el que ha premiado el personal de Microsoft y no el que aún aguantaba, de Skype, de los momentos previos a la compra por parte de la tecnológica. Otro motivo de peso para este cese de actividad ha sido la salida de Reino Unido de la unión Europea. La marca lo niega pero es imposible pensar que no ha tenido algo de culpa. Sea como fuere, los despidos que se produzcan forman parte de una larga lista que cuenta con un total de 2.850 (según un informe de la propia Microsoft). Veremos cuál es el siguiente paso… y como termina este.
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