Los errores (y algún acierto) de comunicación en la campaña a las elecciones gallegas

El próximo 25 de septiembre los gallegos se juegan su futuro para los próximos cuatro años. Según pronostican la mayoría de las encuestas, el actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, seguirá al frente del gobierno. Feijóo no ha tenido que esforzarse demasiado para ocupar esta situación de ventaja en una campaña marcada por errores de comunicación imperdonables y analizada en clave nacional.

Una de las razones principales por las que aún no hay Presidente del gobierno de España son los comicios en País Vasco y Galicia. La decisión de los partidos nacionales de no destapar su estrategia de pactos hasta que no pasen estas dos citas electorales está sirviendo, al mismo tiempo, para medir las fuerzas de unos y otros. Sin embargo, la campaña en Galicia está siendo de lo más controvertida respecto a las estrategias de comunicación de los candidatos y sus partidos.

Ciudadanos se pierde en Galicia como un pulpo en un garaje (o un catalán en Galicia)

Las elecciones al parlamento andaluz del año pasado demostraron que Ciudadanos puede enamorar al electorado más allá de sus confines, es decir, más allá de Cataluña. Sin embargo, en Galicia, una tierra con un marcado carácter nacionalista, los de Albert Rivera no han sabido jugar sus cartas. Es más, se podría decir que Ciudadanos ha cometido errores de comunicación imperdonables. El primero, y que ha marcado toda la campaña fue el autobús de la formación naranja. Un error en el eslogan en gallego del autobús de campaña y la disposición errónea de la bandera gallega han marcado la campaña del partido de los de Albert Rivera que aspiran a un diputado en el parlamento gallego en el mejor de los casos, según el CIS. En realidad, el error en la escritura del eslogan del autobús ejemplificó a la perfección algunas de las premisas con las que la candidata de los de Rivera, Cristina Losada, se presentaban en Galicia, como la abolición del gallego de las instituciones, una cuestión que desde el partido han rectificado, pero que les persigue como una losa.

En Marea lava los trapos sucios de Podemos

Sin duda alguna las elecciones gallegas han evidenciado las diferencias existentes dentro del partido de Pablo Iglesias, que cada vez es menos de Iglesias y más de Íñigo Errejón. El conflicto entre ambos líderes es cada vez más evidente e incluso ellos mismos no dudan en mostrar sus diferencias en público. Errejón ha sido el máximo valedor de la candidatura de En Marea, con un candidato ‘novato’, Luis Villares, que parce haber encontrado su sitio al frente de la formación, con una campaña muy alejada de la marca Podemos.

Galicia ha sido el escenario de la escisión dentro de los dos núcleos enfrentados en Podemos, los errejonistas y los de Iglesias. Las diferencias entre ambos líderes han sido más evidentes cuando Pablo Iglesias no ha dudado en corregir a Errejón sobre la estrategia de la formación. Era Twitter donde Pablo Iglesias contestaba a las declaraciones del número dos de Podemos: “A los poderosos ya les damos miedo, ese no es el reto. Lo es seducir a la parte de nuestro pueblo que sufre pero aún no confía en nosotros”, escribía Errejón, a lo que Iglesias contestaba con “en Junio dejamos de seducir a 1 millón de personas. Hablando claro y siendo diferentes seducimos más”. Aún en medio de la polémica, En Marea se situaría como la tercera fuerza política en el parlamento gallego según la última encuesta de Sigmados.

El PSOE en caída libre

Sin duda el partido que peor parado saldría en las próximas elecciones gallegas sería el PSOE. La crisis interna en Ferraz y las diferencias entre el cabeza de lista en el PSOE gallego,  Xaquín Fernández Leiceaga, y la dirección del partido en la confección de las listas de Orense. Destaca en su estrategia de comunicación la omisión total del secretario general del PSOE, un Pedro Sánchez cada vez más tocado. Ni siquiera un posible pacto a tres daría al PSOE en Galicia aliento. Según Sigma Dos, los resultados echarían por tierra cualquier opción de En Marea, el PSOE y el BNG de firmar un pacto que permita a la izquierda y a los nacionalistas recuperar el Gobierno de la Xunta. Por su parte, En Marea superaría al PSOE, que quedaría relegado a la tercera posición.

Feijó se aleja de las siglas del PP en busca del voto descontento

Alberto Núñez Feijó ha conseguido alejarse de los escándalos de corrupción que azotan a la agenda del PP y que tanto daño están haciendo a la imagen del partido. En Galicia, el PP va camino de reeditar la mayoría absoluta que mantiene desde hace siete años. El sondeo realizado por Sigmados otorga a los populares una intención de voto idéntica a la que obtuvieron en las elecciones de 2012 y una horquilla de escaños de 38 a 41, siempre por encima de la mayoría absoluta. Precisamente estas buenas predicciones han hecho que el equipo de campaña de Feijó se permita ciertas licencias como no acudir a los debates. El “no” ha sido lo que ha recibido TVE a la invitación del líder de los populares gallegos a un debate entre los candidatos y que se habría producido esta semana. Según diversas fuentes cercanas al PP gallego, la negativa del líder gallego es de tipo táctico, ya que el formato planteado dejaría al actual Presidente en una aposición de inferioridad frente a sus otros adversarios y su equipo de campaña no quiere correr ningún riesgo.

El BNG se desmarca

El BNG(Bloque Nacionalista Gallego) ha sido el partido que se ha desmarcado de las acciones de comunicación típicas de los anteriores partidos. Hace pocas horas el partido, que lucha por ser la llave de gobierno, publicaba un vídeo en el que anunciaba las primeras medidas que tomaría su candidata, Ana Pontón, si llegase a la presidencia del gobierno de Galicia. El objetivo de la formación nacionalista es claro, como así reza su lema: “Para ter voz propia -Para tener voz propia-“. 

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