A partir del próximo junio entra en vigencia las medidas de la Comisión Europea para eliminar los cargos por roaming en los operadores al cruzar las fronteras de cualquier país que forme parte de la Unión Europea, eso sí, Reino Unido no gozará de este beneficio, producto del Brexit logrado hace unos meses. ¿Qué quiere decir esto? Que los operadores podrán seguir cobrándote esos cargos si así lo desean cuando viajes a este país, aunque desde luego los que más sufrirán serán sus ciudadanos.
Básicamente la medida tomada sobre el roaming en la Unión Europea que entrará en vigencia a mediados del año próximo, permitirá que cualquier ciudadano pueda viajar con su móvil pagando las tarifas de su operador como si estuviese en su propio país, sin pagar los excesivos cargos que hoy en día se ven por usar el móvil fuera de sus fronteras.
Un ejemplo claro de lo que significará el fin de los cargos por roaming en Europa, es que se pudiera ir desde Madrid hasta Lisboa con un móvil Vodafone, Movistar o Yoigo y únicamente se pagaría la tarifa del contrato o el cargo por mensajes y datos navegados que regularmente se cargan, sin dar un euro más por estar fuera del país.
Pero la medida del fin de los cargos por uso de roaming en la Unión Europea cuenta con algunas normas que permitirán regular la disparidad de tarifas y evitar migraciones que afecten los ingresos de las demás empresas, empleando una medida llamada “Principio de Residencia”, que asegurará que quien posea una línea en un país sea quien cuenta con una residencia establecida en ese lugar.
La medida para establecer el Principio de Residencia a la hora de pagar las tarifas en cualquiera de los países de la UE, estarán determinadas por una serie de indicadores llamados vínculos estables, lo que incluye a los trabajadores fronterizos y expatriados a reclamar la tarifa de uno u otro país según sea el caso.
Un punto clave para tomar la decisión sobre el principio de residencia de cara al fin de las tarifas para el roaming en Europa es la disparidad de los precios en los distintos países, por ejemplo en Letonia los precios son menores a los de España, entonces un usuario podría tener una SIM de Letonia, llamando a París desde España y el operador terminaría pagando gastos de conexión mayores a los ingresos generados por esa llamada.
La intención de que se terminaran las tarifas por el roaming en Europa se han tenido en el bloque de países desde el año 2007, el primer paso fue colocar una regulación sobre el límite de precios en las tarifas en el extranjero, llegando hasta la decisión del Parlamento Europeo en colocar fecha límite para la supresión de estas tarifas.
Una propuesta para controlar el consumo fuera de las fronteras es que se limite los días de roaming a 90 por año para también asegurar que la medida no afecte la sanidad financiera de los operadores, sin embargo esa medida no ha tenido acogida en el seno del Parlamento.
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