En apenas 24 horas la estrategia política y por ende comunicativa de Pedro Sánchez ha dado un giro de 180 grados. La presentación de las 17 bajas de la ejecutiva del PSOE han minado por completo la estrategia de Sánchez, que desde el martes comenzaba un tour mediático que comenzaba en la SER, después con una entrevista en Diario.es y que iba a tener en los Informativos de Telecinco de la noche del miércoles su punto álgido para explica su estrategia de cara al comité federal previsto para el fin de semana. Sin embargo, desde que se presentasen las 17 bajas de su ejecutiva, el silencio se ha imperado de toda la ejecutiva del PSOE a la espera del siguiente paso del que ha sido hasta ahora el Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez.
Decenas de medios de comunicación llevan atrincherados en la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid horas a la espera de una respuesta por parte del Secretario General del PSOE. Tan solo una rueda de prensa del secretario general de organización del partido, César Luena, explicando los planes de proseguir con un Congreso del PSOE para decidir el futuro del partido, fue la única respuesta que obtuvieron los periodistas en la tarde del miércoles negro de los socialistas. Mientras tanto, Sánchez se encerró en la sede de Ferraz a cal y canto –literalmente- a la espera de conocer los siguientes pasos de sus adversarios. No fue hasta las 10 de la noche y a bordo de su coche cuando Sánchez abandonó la sede del partido por el garaje y en su coche.
Antonio Pradas, secretario de Política Federal, presentaba en la tarde del miércoles 17 firmas de los miembros de la ejecutiva federal del partido, dejando a Pedro Sánchez en un “jaque mate” difícil de gestionar. Y es que el órdago que Sánchez lanzó en la cadena ser a sus detractores, advirtiendo de que “no estaba en sus planes dimitir” ha sido inadmisible para el núcleo más cercano de Susana Díaz.
Hasta el mediodía del miércoles la estrategia de comunicación de Sánchez era clara: conseguir explicar a la opinión pública sus planes de cara al comité federal del fin de semana y el posterior congreso del partido. Después de la entrevista en la Cadena SER con Pepa Bueno, Sánchez se dejaba entrevistar por el diario de Ignacio Escolar, Diario.es. El punto clave de este roadshow mediático llegaría el miércoles por la noche en una entrevista concedida a Informativos Telecinco que a media tarde fue cancelada ‘in extremis’ a ”por los acontecimientos sobrevenidos”.
Desde las redes sociales el silencio del PSOE y de los miembros de la actual ejecutiva es el mutis por el forro. En la otra parte de la polémica, el núcleo de disidentes y contrarios a la ejecutiva de Pedro Sánchez parecen no haber aprovechado el foco mediático y su discurso en clave de revolución tendrá, previsiblemente, un impacto negativo en la imagen del partido. El que ha escondido la cabeza bajo el ala es Sánchez, al que se le espera una respuesta, tras 24 horas callado.
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